Con su permiso, Don Emilio:
El fundador de este blog, Emilio Padilla, hace tiempo que me dio una clave para publicar crónicas de algunas carreras a las que yo acudía y que no eran demasiado populares. La cosa ha ido derivando hacia otro tipo de carreras alejadas del mundo de la montaña: el mundo del Ultrafondo. Son entradas totalmente "Offtopic" para este blog, aunque siguen tratando sobre correr, ponerse retos e intentar superarlos. Emilio me va a cambiar la clave cualquier día, pero hasta que llegue ese momento les contaré algunas chaladuras a las que me voy apuntando.
Más caras del Ultrafondo:
El mundo del Ultrafondo está lleno de pruebas sorprendentes, que sus participantes afrontan con toda naturalidad. Una prueba clásica son las 24 horas, en donde no corres contra un trazado de un kilometraje determinado, sino que se trata de correr contra el tiempo y ver qué distancia eres capaz de sumar. En este caso se trataba de 24 horas, pero hay pruebas de mayor duración, como las 48 horas o los 6 días (sí, lo he escrito bien, a saber cómo serán esos eventos. Tranquilos, aún no me he fijado en ellos). Normalmente para las pruebas de 24 horas se preparan circuitos mas largos, de mas de 1 km, que, además, suelen combinar diferentes superficies (un poco de asfalto, un poco de tierra, cemento, etc...), pero muchas de estas pruebas se celebran en pistas de atletismo, lo que añade un plus de castigo mental a los participantes.
Las 24 Hores D'Atletisme:
Se vienen celebrando desde 2004 en Barcelona, organizadas por la asociación Corredors.cat, y siempre con carácter solidario. Este año se donaba todo lo recaudado a una Fundación de lucha contra el SIDA, y se entregaron mas de 7.000 €.
La edición de 2012 se celebró el pasado 15 de diciembre, dándose la salida a las 12 del mediodía. El reglamento es bien sencillo: de un lado un reloj y una pista (calles 6, 7 y 8, 438 metros por vuelta), de otro lado tus piernas y tu mente. Un objetivo: recorrer la mayor distancia posible en 24 horas, ya sea corriendo andando o reptando (casi seguro que acabarás haciendo las 3 cosas, tú verás como distribuyes el tiempo dedicado a cada modalidad). El tiempo límite, el final del castigo, eran las 12 horas del domingo 16.
Además de las 24 horas, que es la prueba estrella, se celebran simultáneamente, por las calles interiores de la pista, otras pruebas digamos "menores": 12 horas, 6 horas, 10.000, 5.000, maratón, 4x400, prueba de eliminación,... además, las 24 horas se podían completar en modalidad por parejas o en equipos de hasta 24 miembros.
Este año la carrera fue distinguida con el distintivo plata de la IAU, International Association of Ultrarunners. No sé si fue por eso, pero había un gran número de corredores extranjeros entre los 99 participantes de la prueba de 24 horas, y unos cuantos en la de 12 horas.
Por si hay interesados: El coste de la inscripción fue de 50 euros, con bolsa del corredor que incluía camisa técnica de manga larga, varios brebajes, cremas de masaje, etc..., y buen avituallamiento durante la prueba (frutos secos, barritas y geles PowerBar, fruta, isotónicos Gatorade, refresco de Cola, Red Bull, agua, un plato de pasta sobre las 10 de la noche, y de madrugada alternaban cada hora con café o caldo caliente).
Por último les cuento que la carrera se celebra en las pistas de atletismo de Can Dragó, un sitio mas o menos céntrico, en la Avenida Meridiana. Yo fui en metro, y caminé unos 5 minutos desde la parada de Fabra i Puig (línea 1, la roja).
Pero... ¿Por qué?
¿Qué hace que una persona se someta a semejante paliza? ¿Cuál es su motivación? Ya lo he comentado por ahí: Ni idea, solo puedo hablar por mi mismo. Yo veo retos, desafíos,... me cuestiono, ¿Cuál es tu límite?, ¿Hasta dónde puedes llegar?
Por supuesto, y ya que estas líneas las leerá Helena, tengo que apuntar que no se trata de llegar al límite, ni de acercarse siquiera, sino de lograr combinar esfuerzo y cabeza para conseguir un despliegue correcto de mi escasa capacidad, vamos, conseguir una actuación digna, pero sin obsesionarse ni perder la perspectiva de cual es mi sitio.
El caso es que tras mi fallido asalto al mundo del Ultrafondo el pasado marzo, los 100 Km Villa de Madrid (http://tenerifetrail. blogspot.com.es/2012/04/100- km-villa-de-madrid.html), me empezaron a llegar cantos de sirena desde el noreste, ¿será que los 100 Km es un prueba demasiado rápida para mí?, ¿por qué no probar un poco mas allá? Total, solo hay que correr despacito...
Preparativos
Los 100 Km de Madrid me dejaron dolores de rodilla que arrastré el resto de la "temporada", así que estuve todo agosto y septiembre descansando. Pasó la mitad de octubre y mi cita anual con el equipo CEPSA de regatas, y después empecé poco a poco a realizar trotes cada vez mas largos: 45, 50, 70 minutos. Volvieron los dolores de rodilla y visité al traumatólogo (Antonio Hernández Lecuona, una eminencia), que me "ordenó" fortalecer las piernas.
Comencé a visitar el gimnasio 2 veces por semana para "endurecerme", y a levantarme a las 5:30, e incluso a las 5 de la mañana, para hacer trotes de hasta 2 horas antes de ir a trabajar (llegaba a la oficina hecho un toro). La motivación fue creciendo, y ni siquiera necesitaba poner el despertador para completar mis "paseos" matutinos. La lluvia de noviembre tampoco me detuvo, y yo estaba casi mas sorprendido por esta nueva facilidad para madrugar que por la desaparición de mis dolores en las rodillas. Al final estaba entrenando 6 días a la semana, combinando trotes, Gym y un día de natación, alcanzando un volumen de trabajo de 10-12 horas semanales. Para algunos será una cifra modesta, pero yo nunca había entrenado tanto.
Pasaba el tiempo, y cuando contaba mis planes a gente ajena al mundo de las carreras, costaba explicar de qué iba este asunto. Me preguntaban cosas cómo:
P: "¿Pero cuándo vas a dormir?"
R: "No se duerme, se hace del tirón, pero hay gente que se echa alguna cabezadita. Es opcional, pero el reloj nunca para"
P: "¿Pero cuántos Km tienes que recorrer entonces?"
R: "Los que pueda. Esto dura 24 horas, ahí se acaba la carrera"
P: "No lo entiendo, ¿es por etapas?"
R: "!!!!!!!!!!!!!"
Por supuesto, la salida larga del sábado, de 3 a 5 horas, la hacía por montaña, con mis compañeros habituales: Javi Lorenzo, Javi Sánchez, José Carlos, J. David, Iván,... estos meses he coincidido poco con el "clan" de Los Realejos. También completaba casi todos los martes 2 horas en Las Raíces o en la Cruz del Carmen con Javi Lorenzo, que se empeñaba en adaptar sus entrenamientos de cara al maratón de Anaga a los míos, que debían ser más largos y con menos desnivel. Le debo muchísimo por esta preparación.
Total, que las últimas semanas antes de marchar a Barcelona estaba bastante confiado en solventar dignamente la prueba, y me marqué 2 objetivos, que hasta anuncié en el "feisbus" esperando recibir gorrazos, aunque en vez de eso recibí ánimos:
1) Los 100 Km en 10 horas: Claro, como no salió en Marzo en Madrid lo tenía que volver a intentar.
2) Unos 160 Km en las 24h: Creo que era un objetivo modesto, pero prefería no hacerme demasiadas ilusiones. Escogí esa cifra porque leí una crónica sobre ésta misma carrera en el estupendo blog de Livan Vivo, y también se ponía como meta los 160 km. Es la distancia de las carreras de 100 millas americanas, mas o menos la distancia del UTMB... un número redondo.
Ya sabía que el primer objetivo iba a condicionar el resto de la prueba, que seguramente eso era ir muy rápido para mí en un reto de esta duración, pero estaba asumido y no me importaba demasiado.
Camino a Can Dragó
Partí a Barcelona la tarde del viernes 14, y, por primera vez, viajando con Ryan Air. La verdad es que iba acongojadillo, esperando que me dieran el sablazo en cuanto me despistara. Al final no fue para tanto, aunque me hicieron gracia algunos detalles de esta compañía, como la "venta ambulante" que pretenden celebrar a bordo.
En Barcelona tuve la gran suerte de que me acogiesen el primo de Javi Lorenzo, Rafa Bethencourt (y su novia Meri, Meritxell), un tremendo triatleta, que ya está haciendo alguna incursión en carreras de montaña (10º en la Maratón de Anaga K42 de 2011), y que se portó como un padre conmigo. Rafa me facilitó muchísimo las cosas, recogiéndome en el aeropuerto, haciéndome una pasta party en su casa, animándome durante la carrera, recogiendo mis restos y depositándolos en el aeropuerto el domingo, etc... hasta pagó la birra de después del trote.
El sábado desayuné un pastel precompetición de los de "Decartón", un poco pronto, sobre las 9, ya que había que recoger el dorsal antes de las 10:30. Cogí el metro en Sagrada Familia (Siguen las obras, al menos tuve unos minutillos de turismo cultural) y nada mas subir al vagón me encuentro de frente a un tipo enjuto de carnes, con 2 bolsas de deporte enormes, tenis Salomon y chaleco de la "Mitja Marató de Terrasa". Pienso "éste es de los míos", y me pego a él al llegar a la estación que yo creía más cercana a Can Dragó. Lo sigo un rato por la calle hasta que me decido y le pregunto que si va a las 24 horas. Me responde que sí, que se llama Luis y que ha participado en otras ocasiones.
Yo: "Bueno, y cuantos Km hiciste el año pasado".
Luis (creo que lo dijo con timidez): "229".
Yo (pa mis adentros): "¡La virgen!".
Era el gran Luis de Santiago, subcampeón en las 24 horas de 2011, 3º en los 100 km de Madrid, etc... aproveché para hacerle unas cuantas preguntas mientras caminábamos hacia la pista y me dio algunos buenos consejos. Me comentó que también hacía carreras de montaña, así que le dije que lo esperaba ver pronto por Tenerife...
Cuando por fin entramos en la pista de Can Dragó no pude evitar cierto cosquilleo en el estómago, después de todo era la primera vez en mi vida que entraba en una pista de atletismo, y me preguntaba cosas como que qué tacto tendrá el tartán, si será suave o no... Una vez dentro, abarco la pista con la mirada para hacerme una idea de sus dimensiones. Pienso en que voy a estar 24 horas aquí dentro y no puedo evitar sonreírme, "¿Pero de verdad vas a hacer ésto?".
En la pista
Antes de dar la salida nos sentaron a todos los corredores en las gradas y, micrófono en mano, en castellano y en inglés, nos explicaron todos los pormenores de la carrera, aproveché para comerme una barrita de cereales y beber bastante agua. Tras esto hicieron una bonita presentación de los corredores de las 24 horas (me parece que también a los de las 12 horas, no estoy seguro), en la que nombraron uno por uno a todos los participantes. Al escuchar tu nombre recorrías el pasillo de corredores chocando manos. Estuvo muy bien.
Nombraron a Lizzy Hawker, la mujer nº 1 actualmente en carreras de montaña y en Ultrafondo, pero no se presentó. Una pena, me hubiese gustado verla correr de cerca, ya que en las pruebas de montaña en que he coincidido con ella no la veo ni en la salida... En último lugar, y con el dorsal nº 1 llamaron al campeón de 2011 (242 km) y 2009 (236 km), el alemán Kai Horschig, un tipo alto y canoso nacido en el 66, que no tiene pinta de ultrafondista...
En un lado de la pista, en una curva, estaba el avituallamiento de la organización, y al otro lado las mesas para el avituallamiento personal, vamos, lo que cada uno quisiera llevar. El lado "personal" ocupaba el triple de espacio que el "oficial", y allí me dirigí a dejar mi mochilita con 4 sobres de bebida "endurance" de Maxim, unas barritas de cereales del "Carreful" y algo de ropa de abrigo para pasar la noche. Cuando llego allí, compruebo que, como siempre, voy en el equipo de los pobrecitos: Tupperwares tipo sarcófago (como los que se compran para guardar los juguetes de los niños) con montañas de comida, bebidas energéticas, batidos, natillas, sandwiches... y no solo eso, también banderas de varios países y clubes deportivos, entrenadores, masajistas,... qué novato me sentí en ese momento. Además todas las mesas estaban ocupadas, claro, con semejante arsenal... tuve que dejar mi ligero equipaje en el suelo en un rincón.
Justo antes de la salida hicieron un pequeño homenaje a Teresa Farriol, la corredora fallecida recientemente durante la Cavalls dels Vent, que pertenecía a Corredors.cat.
A poco de las 12h del sábado 15 me pongo en tercera o cuarta fila y miro a mi alrededor. Veo tensión, respeto y felicidad: Al fin llega el día tras meses de entrenamiento. Me reconozco en las caras de los demás y pienso en el Blog de Ángel Yuste: "El que no sea Friki, que levante su espada láser".
Mi carrera
Si has llegado hasta aquí te lo agradezco, y te comento que salí según el plan previsto: muy despacito, intentando ir siempre algo por debajo de 6 m/km, sobre 5:45/5:50. Como era de esperar muchos corredores salieron a todo trapo, y al poco ya me estaban doblando. Yo no entendía nada, pero tras ver las clasificaciones y las fotos de la carrera, te das cuenta de las estrategias de algunos de estos galgos: Algunos pertenecían a equipos y solo iban a estar unas horas en la pista, otros eran la élite de las 12 horas, otros... salieron demasiado rápido. Me llamó la atención un corredor de Huelva que no paraba de doblar a todo el mundo. Parece ser que batió el récord de España de las 12 horas, con mas de 133 km (yo en las 12 horas llevaba unos 110 km).
Durante las primeras horas intento mantenerme concentrado en ir suave, pisar flojo, intentando ahorrar fuerzas y minimizar impactos en las piernas,...no dejar huella. Al poco voy fijándome en como pisan los demás, en su técnica. Hay verdaderos ejemplos de como avanzar sin prácticamente mover las piernas, como el gran Eddie Gallen, ganador en 2004 y que ha pasado de los 200 km en varias ocasiones.
Otra distracción era comprobar qué calzan estos monstruos del Ultrafondo. Para mi sorpresa me encontré a un gran nº de corredores con las horrendas Hoka, aunque hay que decir que muchos de los que terminaron en lo alto de la clasificación no usan estos "tanques". Por mi parte calcé unas Joma Hispalis que me habían costado la económica cifra de 29,95€, y aunque acabé con los pies perfectos, me sigo preguntando cómo se debe de flotar con esas nubes Hoka amarradas en los pies. Cuando Luis de Santiago me dobló por primera vez nos animamos mutuamente, y me fijé en que él también llevaba Hoka.
Muchos me preguntan por el aburrimiento que supone estar hora tras hora dando vueltas a una pista. Es algo que se asume antes de empezar, así que no tuve problema con ello. Yo lo llevé bien, y la verdad es que me distraje mucho con varias cosas. Una era intentar no molestar a los corredores rápidos, así que estaba todo el tiempo atento a quién venía por detrás para dejarle paso por el interior de la calle. Hay que decir que muchos corredores "pasaban" de este detalle, sobre todo los extranjeros, y no mejoró su actitud cuando amenazaron (también en inglés) con descalificar a quien no facilitase el adelantamiento.
Otra distracción eran las continuas carreras paralelas que se iban celebrando en las calles interiores, y cuyo desarrollo iba narrando el "speaker". Una especialmente divertida fue la de eliminación: Salen como 20 corredores detrás de 2 liebres y dan 3/4 de vuelta a la pista a trote suave. En ese momento se lanza un sprint de unos 150 metros y queda eliminado el último corredor en pasar por línea de meta, el resto afronta de nuevo un trote suave hasta el siguiente sprint en la nueva vuelta. Se van eliminando corredores hasta que solo quedan 4 que se juegan la victoria en un último sprint.
Con todo esto los km fueron cayendo con paciencia e intentando llenar la cabeza de pensamientos positivos. 10, 20, 30, 40 km, voy tan concentrado que olvido mirar el paso por el maratón, aunque sé que fueron mas de 4 horas. Rafa aparece sobre el km 41, y me paro un momento a hablar con él, aprovechando para estirar y comer unos segundos. Me graba un vídeo que no sé si podrás ver aquí (se ve el ritmito lento de la prueba, los conos que dividen las calles para separar los diferentes eventos,...). Rafa se pasará la tarde-noche apareciendo y desapareciendo por Can Dragó, animando y fijándose mucho en este "festival de trotones". El dice que le gustó mucho... no sé si este "espectáculo" realmente resultaba mínimamente interesante.
Celebré con Rafa el paso por los 50 y por los 60 km. Me sentía bien, las piernas ya pesaban algo, pero nada fuera de lo normal. Si me fijé bien en el paso por los 65 km, el punto en el que lo tuve que dejar en los 100 de Madrid. Esta vez las sensaciones eran totalmente diferentes, e incluso a partir del km 70 me acoplé al ritmo de un corredor italiano (Tallarita, llegó a 221 km) y empezamos a doblar a corredores de la élite. Ya no miraba para atrás, y éramos nosotros los que avanzábamos por el interior de la calle 6. Me daba cuenta de que iba al ritmo de los mejores, y sabía que así no iba a llegar lejos, pero me prometí que aguantaría un rato para asegurar los 100 km en 10 horas, y que después me tomaría un buen descanso. Mientras hacía este derroche vi muchísima gente caminando que mas tarde no paraba de doblarme, entre ellos varios de los que aguantaron corriendo hasta la última hora y pasaron de los 200 km. Está claro cuál es la estrategia buena para las 24 horas.
Mas distracciones para pasar las horas fueron la música durante todas las horas diurnas (buena selección, música "adulta", nada de "Operación Derrota" o basurillas similares), los cambios de sentido que se hacían cada 3 o 4 horas (el primer cambio me descolocó, y estuve varias vueltas que no me "encontraba", o iba demasiado rápido o demasiado lento) o comprobar los datos que se leían en las pantallas de la organización. Los corredores llevábamos chip de la organización, y al pasar por meta aparecía en pantalla tu nombre, nº de vueltas completadas y kilómetros recorridos. Salían como 10 líneas, así que podías comprobar como iban los 3 o 4 que te precedían y los 3 o 4 que llevabas por detrás. Me pasé horas y horas con este juego, y aunque no salía el puesto en la clasificación provisional, te hacías una idea de quienes estaban peleando por los puestos de honor y por dónde estaba uno mismo.
Primer reto: 100 Km en 10 horas
Para controlar el ritmo llevé 2 relojes, un Garmin 310 con GPS, que sabía que agotaría su batería sobre las 18 horas, y un Polar RS300X con podómetro, para poder seguir controlando el ritmo hasta el final de la prueba. Aunque he intentado calibrar el podómetro del Polar varias veces, es inevitable que los relojes marquen siempre distancias y ritmos algo diferentes. De todas formas no me preocupaba, ya que creía que en distancias enormes la diferencia sería inapreciable, aunque adelanto que no fue así.
Como he comentado, el ritmo siempre me salía por debajo de 6 min/km, así que muy confiado estaba en que tenía margen sobre las 10 horas, aunque como es lógico hice alguna pequeña parada para comer y beber, ir al baño, ponerme una camisa de manga larga cuando oscureció,... pero no suficiente como para comerme el margen.
En el Garmin puse una alarma de 10 km, de forma que si hacía los 10 km en menos de 60 minutos, es que iba a la velocidad adecuada. Si me pasaba de 60 minutos iba demasiado lento y debía apretar. Según el Garmin, cada paso por los 10 km en estos primeros 100 fueron de esta forma:
Punto Km | t. Total | t. Tramo | Ritmo |
10 | 00:56:22 | 00:56:22 | 00:05:38 |
20 | 01:52:52 | 00:56:30 | 00:05:39 |
30 | 02:50:20 | 00:57:28 | 00:05:45 |
40 | 03:47:53 | 00:57:33 | 00:05:45 |
50 | 04:47:23 | 00:59:30 | 00:05:57 |
60 | 05:46:04 | 00:58:41 | 00:05:52 |
70 | 06:47:20 | 01:01:16 | 00:06:08 |
80 | 07:46:43 | 00:59:23 | 00:05:56 |
90 | 08:46:51 | 01:00:08 | 00:06:01 |
100 | 09:49:57 | 01:03:06 | 00:06:19 |
TOTAL | 9:49:57 |
Total, que cuando llevaba 90 Km estaba completamente seguro de que tenía el reto en el bolsillo. El Polar, que era muchísimo mas optimista que el Garmin (a ver si lo calibro mejor), marcó 100 km en 9h36min, pero no le hice mucho caso, así que seguí a ritmo, la verdad es que ya costaba mucho, hasta que el Garmin marcó 100 km en 9h50m. Era de noche, ya no sonaba la música, hacía frío y me dolía la barriga, pero estaba feliz. El reto supuestamente había sido superado. ¡¡¿Supuestamente?!!
El problema es que nada mas comenzar la carrera notaba que la cuenta de km de la organización no coincidía con lo que marcaba mi GPS, y cuando llevábamos un tiempo, no me acuerdo si 1 o 2 horas, anunciaron por megafonía que había un error en las mediciones oficiales, y que se arreglaría posteriormente. Es lo que le comentaba a Rafa en el vídeo. Lo malo es que parece ser que el desfase se arregló sobre la marcha, durante la carrera, pero yo no me enteré, y eso que no llevaba música puesta ni nada. A mí el Garmin me marcaba siempre 3-4 km mas que lo que ponía en el panel de la organización, así que cuando llegué a 100 km y en el panel de la organización marcaba algo así como 97 km no le dí importancia, aunque seguí trotando, mas despacio, hasta que marqué los 100km en el panel de la organización. Habrá sido en 10h9m o así, da igual. Al final aparezco en el paso de las 10 horas con unos "miserables" 98.988 Km. Resultados 10h .
La verdad es que me quedé un poco chafado con todo este asunto, ya que aunque el reto realmente tampoco exigía estar en 09:59:59, sino "sobre las 10 horas", me molesta que mi GPS me engañe de esta forma. Si hubiese sabido que la medición del panel ya estaba arreglada hubiese forzado algo la máquina ¿Será que el GPS no mide bien las curvas de la pista de atletismo?, ¿se habrá cansado de girar sobre sí mismo y se echó una siesta, dándome una aproximación?, ¿tanto influye ir por la calle 6 o la calle 7 como para que la diferencia sea de mas de 3 km? Ni idea.
Segundo reto: 160 Km en 24 horas
Cuando vi más de 100 km en el panel oficial, me lo tomé con calma. Me había prometido un descanso, así que me paré en el avituallamiento personal, me senté, estiré, y me vestí "de largo", con malla larga, camisa polar, cortaviento y guantes. Llamé por teléfono a Helena, Javi Sánchez y Javi Lorenzo (con éste no pude hablar) y les comenté como iban las cosas. Hice una segunda parada larga en el baño, tomé un plato de macarrones mientras caminaba despacio, estiré otro poco, me enchufé el MP3,... según la organización en esta decimoprimera hora hice menos de 5 km.
La idea para esta segunda mitad de carrera era alternar el trote con caminar. Había leído en foros de Ultrafondo discusiones sobre cuál es la mejor estrategia para combinar correr y caminar, cada corredor tiene la suya, claro. Yo había pensado en hacer series de 2 vueltas trotando y una caminando, pero la descarté sobre la marcha, ya que me parecía demasiado tiempo caminando y creía que me podía enfriar. Opté por recorrer trotando las 2 curvas y la recta de meta, y caminar la recta de contrameta (¿por qué así? fácil, en la contrameta no había gradas ni mesas de avituallamientos, así caminaba sin público cerca y me daba menos vergüenza... tonto que es uno.). Creo que era una buena estrategia para mí, y estaba manteniendo un ritmo por debajo de 8:30 m/km, que me daba una proyección de 200 km en las 24 horas. Yo era consciente de que no iba a llegar a esa cifra de ninguna manera, así que solo era cuestión de ver en qué momento ya no podría correr mas.
Durante todas estas horas de carrera iba llenando el estómago de comida y bebida, echando gasolina al motor, la única forma de aguantar en movimiento durante tanto tiempo. Al final el estómago se rebeló, quizás demasiado Gatorade, o los 2 RedBull que me tomé, y fue uno de mis puntos flojos en carrera, algo que me sucede a menudo. De todas formas puedo estar contento, ya que al menos no vomité, como le pasó a 3 o 4 corredores. Durante la noche hubo un momento en que dejé de ver a los 2 primeros de la edición de 2011, Kai y Luis. Me da que tuvieron algún problema y descansaron alguna horas, porque a Luis, al menos, lo volví a ver trotando cuando se hizo de día.
Al final llegó el crack esperado, con casi 18 horas de carrera. Primero se me acabó la batería del Garmin, a las 17h27min, con 153 km recorridos, y fue un pequeño golpe moral (ya lo sé, ¡qué tontería!, pero en esos momentos cualquier problemilla se agiganta), ya que dejé de controlar perfectamente mis medias cada 10 km. Después me entraron mas retortijones y me fui corriendo a los baños. Cuando salí de nuevo a la pista ya estaba frío, contracturado, las patas como columnas de cemento,... Ni siquiera podía intentar estirar, ya que el dolor en las muslos al intentarlo era insoportable, los músculos estaban llenos de cristales... tenía claro que se había terminado el trote por ese día. Lo malo es que me quedaban algo más de 6 horas de carrera, eran cerca de las 6 de la mañana, estaba en Barcelona y no tenía nada mejor que hacer... Decidí caminar lo mejor posible e intentar hacer unos 30 km en esas 6 horas. Nuevo objetivo: 180 km.
Estas últimas horas de carrera si fueron de las que te curten: Cuerpo dolorido, estómago revuelto, frío que al dejar de correr empecé a sentir de verdad, aburrimiento,... no veía el momento en que se hiciera de día para que el sol nos calentara algo. Los recuerdos se difuminan en esta parte de la carrera, pero se me quedó grabado el momento en que el speaker anunció que solo quedaba una hora para la finalización del evento. Empecé a fijarme en la gente que aún podía correr, y no paraba de preguntarme "¿Cómo lo harán?" A muchos los había visto caminando las primeras 10 horas, cuando yo hice mi "derroche", pero a varios de ellos apenas les pude contabilizar algunos pasitos mientras comían o se cambiaban de ropa, ¿cómo lo harán para seguir corriendo tras 23h y 59min? Yo no paraba de decirme "Dios no te hizo para esto,..., empezaste a los 40,..., dominguero, birrero y patigordo, ¿qué mas quieres?..." y cosas por el estilo.
En cualquier caso, y a pesar de que no lograba caminar a buen ritmo con las piernas rectas como estacas, conseguí llegar a esos 180 km, y me llevé una alegría al llegar a la vuelta 400, ya que tendría vacilón asegurado con los colegas de Tenerife Trail y me convertiría en un Hamster diplomado.
Cuando faltaban unos 5 minutos, los voluntarios repartieron unas pequeñas tarjetas de plástico con el nº de dorsal de cada corredor, al igual que hicieron cuando nos acercábamos a las 12 horas. La historia es que cuando se cumplen las 24 horas debes dejar la tarjeta al borde de la pista en el lugar en que te detengas, y así los jueces miden cuántos metros recorriste en esa última vuelta, curioso...
Después de dejar la tarjeta en el suelo seguí caminando hasta meta. Había público, y me hubiese gustado llegar trotando dignamente, pero me era totalmente imposible. Un poco antes de entrar llamé a Helena, que me había dicho que quería "entrar conmigo". Difícil explicar la emoción que sentí al cruzar esta meta. Según Helena soy un tipo frío, que no expreso lo que siento. Puede ser, pero en esta ocasión casi me derrumbo al recibir los aplausos del público, que me llamaban por mi nombre (lo podían leer en el dorsal) y no paraban de felicitarme. Entré colgado del teléfono y se me quebró la voz un par de veces, aunque creo que Helena no se dio cuenta, porque ella no paraba de llorar.
Siempre me he preguntado porqué tenemos estas sensaciones en meta, si será nuestra mente, que rebosa de felicidad al ver cumplido un sueño, un reto,... o simplemente es una reacción de agradecimiento del cuerpo, al ver que se acaba el castigo al que le estábamos sometiendo.
Finalmente, 420 vueltas, 184km y 98 sufridos metros en 24 horas, así que, esta vez sí, reto superado.
Conclusiones
Bueno, puesto 22 y 184 km, siendo un novato total. Creo que estuvo bastante bien para mi pobre nivel. Aquí la clasificación.
Como curiosidad reseñar que los 2 primeros clasificados de 2011 quedaron por detrás en la clasificación, lo que no quiere decir que yo tenga un gran nivel como ultrafondista, sino que resalta las numerosas variables que entran en juego en una carrera de este tipo. Cualquier contratiempo puede arruinar tus ilusiones.
La mejora respecto a los 100 de Madrid fue evidente. En Marzo a los 64 km llevaba los muslos de piedra y no podía trotar sin ver las estrellas. Este punto lo alcancé esta vez a las 18h, con mas de 150km, aunque es verdad que desde las 10h empecé a alternar el trote y el andar.
Mi simpático reloj Polar acabó marcando 192 km en las 24 horas y 9h36 en los 100km. Estaba un poco optimista el muy... , habrá que calibrarlo mejor.
Aquí están los datos del Garmin: http://connect.garmin.
Tema recuperación:
La verdad es que esta carrera te destruye físicamente. Cuando salí de Can Dragó me vino a buscar Rafa con 2 amigos, David y Mamen, y me tuvieron que ayudar a subir al coche, porque no me podía doblar sin aullar de dolor. No pude estirar hasta que pasaron 3 días y sentía los músculos acortados por todos lados. Pude salir a trotar a los 7 días de concluida la prueba y vi las estrellas, aunque era de día. Tengo que decir que después de ese primer trote todo fue mejor. Ya estamos en 2013 y mis trotes no pasan de 20 minutos, ya que me duele la rodilla derecha, sospecho de sobrecarga en algún tendón. Habrá que seguir descansando...
¿Y ahora qué?
Ya lo puse por ahí: ¿Qué impulsa a 99 personas a estar 24 horas corriendo en una pista de 400 metros? Sigo sin saberlo, pero una cosa tengo que comentar: ¿Quién no ha pronunciado las famosas palabras "a mi no me trancan mas en una de estas" tras llegar a una meta fundido y harto después de una buena Ultra de Montaña? Pensaba que al concluir este "experimento" sería el primero en pronunciarlas, allí mismo, en Can Dragó, pero no... sorpresivamente quiero más. Helena me va a matar cuando lea esto, pero no paro de pensar en que se puede llegar mas lejos, que por qué no intentarlo una vez mas. Si puede ser volveré a una prueba de 24 horas, en Barcelona o dónde sea, y desde ahora me marco el objetivo: 200 km.
7 comentarios:
Jo Eduardo, me he cansado sólo de leerte, Qué paliza¡¡¡ Enhorabuena titán¡¡
Me quito el sombrero ante semejante proeza. Y punto. Felicidades.
D. Eduardo, sepa usted que tiene la llave de oro de la ciudad "blog" para escribir usted lo que quiera en él.
Además, son muy instructivas sus historias, desde los entrenos, madrugones, compañeros que ayudan a llevarlo, dolores, zapatillas y todo la parafernalia que lleva una prueba de ese tipo.
Entrenar y acudir a una cita de estas da para escribir un libro...
Y que conste que ahora que ha lanzado el órdago, hay que cumplirlo, a por los 200 kms!! POBRE HELENA!!!
Eduardo, eres un ANIMÁ!!! Jejeje, que bardaridad. Hay que quitarse el sombrero ante semejante proeza. Enhorabuena, maquinón.
Chaval, ya sabes lo que te dije cuando hablamos aquella mañana mientras estabas en la ruleta u rueda de ratón esa, no hay palabras ni adjetivo inspirado con el que pueda valorarte, no entra en mi mente tremenda azaña, digno de estudio tu caso , ya te analizaremos chancleteando por ahi, y pasame el track (cabrito) , enhorabuena tio; otro nuevo ha idolatrar en el c.d. TFT
Eres un puto crack Eduardo, en ese tipo de pruebas creo que debes de tener una fuerza mental brutal y personalmente creo que es más complicado que las ultras de montaña o en línea. Además me apasionan tus crónicas, si bien tus escritos están dentro del género narrativo de la novela corta, ya que plasmas como nadie la trama, describes a los personajes detalladamente y nos los presentas, muestras como nadie el espacio de la acción y nos recreas en el tiempo de forma escrupulosa. Felicidades, recuerda el sumario como género. Un fuerte abrazo amigo.
tus 24horas no son nada comparadas a esta entrada....jajaja!! Eres un crack, te respetamos y admiramos más de lo que te imaginas!!
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