Bike Marathon La Palma 2010

30 marzo, 2010








Con este encabezado, se puede resumir a priori, lo que fue el Bike Marathon La Palma 2010. Un evento deportivo magistralmente coordinado, de una manera sencilla y eficaz, por un joven llamado... Sergio Barreto; dando la oportunidad a todos los amantes de la naturaleza de apreciar uno de los desafíos más bellos y comprometidos de Canarias...
Para los que amamos la naturaleza, ésta, en ocasiones nos presenta de manos de incansables organizadores; un sin fin de alternativas para la práctica deportiva. Tras comentar con algunos amigos, participar en un reto de esta índole, habíamos decidido en primera instancia desplazarnos este año al Fuerte Bike; pero, una suspensión de la carrera por parte de la organización (esperando que ésta sea temporal), nos desanimó en nuestra nueva empresa y posterior objetivo.
Tras comentar nuevamente alternativas... saltó a la palestra el Bike Marathon de la Isla Bonita; la verdad es que según relataba su web, no era un paseo precisamente su prueba reina de 70 kms, pero tampoco me preocupé lo más mínimo por la distancia; lo que no iba a imaginar era la espectacularidad del paisaje y sus propiedades tan variopintas.
Pues nada, dicho y hecho... en esta ocasión, busqué la complicidad de un gran amigo, con el que tenía algo pendiente a nivel deportivo y a pesar de su condición de biker, ya ha experimentado alguna que otra carrera a pie de montaña, je, je, je, pero ahora, este amigo; me iba a meter en vereda a mí. Este amigo es José Domingo, conocido por nosotros como Chomi, un pedazo de puntal… que a pesar de su juventud, está criado a la vieja usanza; que junto a su novia y gran amiga mía Miriam (con la que tanto he compartido, ya era hora de un buen momento como éste…) y un recién llegado a estas aventuras... Pedro, para nosotros Paye (una persona sencilla y humilde donde los haya) íbamos a compartir cuatro días en la Isla Bonita, como no; el incombustible Isidro Casanova, aprovechando nuestra infraestructura de viaje, iba ensamblarse el mismo día de la carrera en un llegar, sufrir, triunfar y vuelta a Tenerife, es increíble... lo de Isidro, serán los genes, no puede ser de este planeta, je, je, je. Así que, bicis, furgoneta y el equipo… rumbo a La Palma…
Después de un viaje sin complicaciones, llegamos a Los Cancajos (lugar elegido para el disfrute de estos… magníficos días) y poco más, cena, ducha y a descansar. Como buen culo inquieto que soy, reclamé a mis colegas que teniendo la mañana del sábado libre, lo más lógico era salir a entrenar y a sabiendas que en breve volveré para la Transvulcania… pues rumbo a Fuencaliente a primera hora a realizar una carrerita – trekking con la amiga Miriam, que iba a seguir su camino preparatorio para la Marathon Cruzatenerife y… Chomi y Paye, a rodar dos horitas en Bike. Luego, en Los Canarios, una buena cervecita y un breve paso por la piscina a reponer el esfuerzo realizado; para disfrutar posteriormente de las delicias culinarias de la amiga Miriam, que bastante bien nos cuido, je, je, je…
Entreno en Fuencaliente Volcán Teneguía Recuperación, je, je, je... Marchando... 4 ensaladas de pasta...
Tras una siestita, nos pusimos en marcha, con destino: El Paso, cede organizativa de este Bike Marathon, prueba que ya ostenta carácter internacional y que ha ido consolidándose con el paso de los años, la verdad es que era mi primera participación en un desafío como éste, pero el ambiente que reinaba era algo inquietante para mí, los personajes que por allí transcurrían no dejaban de alabar o recordar las características técnicas de la carrera y ufff… empecé a ponerme algo nerviosillo y unido a que venía algo tocado del estómago, pues… imagínense… sólo con ver la trialera de la llegada… me dije: no te queda nada Basilio y la frase de Paye, llévame contigo Señor… la coloqué en un lugar reservado de mi cabeza, por si me hacía falta al día siguiente. Pues nada, recoger la bolsa del corredor o mejor dicho del Biker y cenita en Santa Cruz de La Palma con un breve paseo y pal sobre… a dormir, a intentarlo mejor dicho… por que la que se me venía encima…
Amanece en La Palma, día fresco y todo preparado; desayuno, enceres necesarios, aeropuerto a recoger al amigo Isidro y rumbo a El Paso. Pocas caras conocidas, much@s bikers en la distancia de 37 kms (un@s 100) y sólo medio centenar en los 70 kms, pocos aventureros… casi tod@s bikers… algo querrá decir esta primera impresión. Decisiones de última hora con el vestuario, rezar para no tener muchos problemas mecánicos y… que cada uno saliera a realizar su carrera,
esto va así… es lo que hay.

Paye, Basilio y Chomi Si, si… estas fueron las últimas risas... con una salida neutralizada de dos
kilómetros, por las inmediaciones del casco urbano de El Paso, se dio definitivamente la salida oficiosa. Rápidamente entramos en unas sendas cortas y con gran inclinación, yo busqué mi lugar en esta lucha y el pulsómetro se iba a encargar de el resto... transcurridos otros dos kilómetros ya empezaba a portear la bici, ya que los desniveles eran extenuantes para ir montado y lo más lógico era caminar cortos pero duros tramos técnicos y en subida... cuando llegué al kilómetro cinco marcado por mi GPS, entendí que iba a ser durísimo llegar en 1 hora 30’ (tiempo límite que me había marcado) al Km. 15, donde supuestamente estaba ubicado el primer avituallamiento (ya que en 2 horas quedaría cerrado para la carrera de 70 Kms), lo que ocurrió después fue un cúmulo de circunstancias que el destino me tenía programado para que no renunciase a seguir en carrera... Tras valorar todos los aspectos, decidí llegar al primer avituallamiento y seguir el camino de la corta (37 Kms) que era una posibilidad brindada por la organización y visto lo visto, iba a ser lo más sensato... hasta aquí bien, lo que pasó es que a mi paso por Mazo no vi el avituallamiento, bueno, estaba Miriam animándonos, me resultó extraño... que hacía ahí, me pregunté... pero con las prisas, una cortita sonrisita pa’ la foto, cabeza gacha y pa’ lante; mi GPS
marcaba sólo 10 kms y supuestamente era en el 15 el control y como mi dorsal era blanco (naranja para los de la corta), pues me enviaron a mi recorrido original...







Sigue Subiendo, de qué me sonará esta frase... y así fueron cayendo los kilómetros y pasé por el 15, 16, 17, 18... esto no cuadra... dónde está el avituallamiento y desvío para la corta... hay mi madre... 19, 20, 21 y así hasta el Km. 26, después de haber realizado algún breve descenso técnico, no exento de algún que otro susto, el calor era el que marcaba la pauta en este envite por conseguir mi objetivo. Tras sufrir de lumbares como nunca antes, la frase de Paye, ya había aparecido destellando en mi cabeza... llévame contigo señor... no era para menos, la orografía de la Reserva Mundial de la Biosfera me estaba jugando una mala pasada, que duro se estaba poniendo esto y aún no habían llegado los descensos, esto me desanimó a mi llegada al Km. 26, segundo avituallamiento... para mí, porque yo no vi el primero.
En fin, me bajé de la bici, pregunté dónde estaba el desvío para la corta y todos me miraron incrédulos... respondiendo... en Mazo... se me quedó una cara, que ni les cuento, siguiente pregunta, ¿te pasa algo, te encuentras mal? Y contesto... nooooo, naaaaa, me faltaban las palabras... ufff, Basilio aquí empieza tu carrera mental, cabecita y a rezar de verdad en las bajadas... por supuesto había que seguir subiendo, pa’ variar y luego llegarían los descensos... casi nada, lo más sencillo era bajar el Medio Km Vertical, menuda empresa se me venía arriba... culo bien atrás, brazos firmes, algún pie en el suelo y cuando no se pueda... pues a bajarse de la bici
(como me decía Chomi), cuanto menos te bajes... mejor, si no, no llegas Basi... así fue, los ojos se me salían del casco, de vez en cuando pensaba... a qué habré venido yo, a esta diablura... pumbaaaaaa, pal suelo... a rodar, la bici por arriba mía... arriba, en pie... sigue bajando... y así como unas ocho veces al suelo. Enrabietado por las caídas, éstas me daban más ganas de seguir, la verdad es que estaba sorprendido gratamente de esta experiencia, ya que nunca antes me había enfrentado a tales descensos, a parte, no soy nada técnico... pero, hoy estaba aprendiendo todo con una increíble clase intensiva en La Palma. Mucha concentración, para solventar las exigencias marcadas por el exigente trazado, aumentaban mis capacidades de superación, no obstante los 2100 metros de desnivel empezaban a caer progresivamente, de manera extenuante, pero caían... de algo iba a servir esta carrera, salvando los cortes de manera justa, seguía disfrutando muy poquito del monte de pinar que contrastaba con la laurisilva y esa flora exuberante con las formaciones rocosas del entorno volcánico. Zona que me marcó, fueron las Coladas de San Juan, un porteo en bici por esta zona que me dio un breve respiro en el descenso y uno de los momentos con mayor embrujo del recorrido... sin duda, aquí si disfruté de la carrera...
Como todo objetivo, éste, se presentaba cerca... después de cinco horas encima y debajo de la bici, je, je, je... empezaba a ver la realidad de que iba a llegar sano y salvo (bueno, algo magullado, pero a salvo), ya hasta en el Km. 50 me marqué un saltito de medio metro... que nivel para mi, no ya, si después de cinco horas soportando de todo... pues arre burro y soga pa’ lante. En mi aproximación a El Paso, ya mucho más animado, pensé lo que había tenido que disfrutar Chomi
con los descensos, sabedor de su inclinación por esta modalidad que tantas recompensas le ha dado y... bueno si disfrutó... Paye por su lado, como buen monitor de spinning, los cambios de ritmo a los que fue sometido en esta dura tarea, le permitieron salir victorioso y de Isidro, ni les cuento... como se llega de un Ironman de Malasia una semana atrás y se marca el Bike Marathon... ahí lo dejo...
Pues nada, que después de seis horitas, me enfrenté a la famosa trialera que había visto el sábado y maravilloso... no me bajé de la bici... chapó, allí estaban los colegas y Miriam, dándome los últimos ánimos... lo había conseguido... iba a ser Finisher de esta exigente aventura; alguna lagrimilla afloró en mi mejilla y seguida de una sonrisa y abrazos... pude ahora si, disfrutar del logro conseguido. Era la hora, de una buena ducha, limpiar la bici y un cochinillo asado nos esperaba para ser comido, cervecita brindada por Isidro y a disfrutar del resto del día, aunque
aún nos quedaría el lunes por delante para traquinar por la isla, Roque de los Muchachos, San Andrés y Sauce, etc, etc serían lugares que no se nos escaparían de visualizar en este fin de semana largo, entre una buena y exquisita compañía...
GRACIAS... Chomi, Paye, Miriam e Isidro por compartir una aventura más... y las que están por venir... que sean pronto... je, je, je... hasta tuve tiempo de ponerle nombre a una calle... soy un máquina, lo que yo no haga... je, je, je...
Volveremos a La Palma... seguro que sí...

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