El "alma mater" de esta carrera, no pudo evitar la tentación y también echó a correr.
Se esperaba mucho de esta carrera; los entrenamientos previos, la belleza del recorrido, la rapidez con que se agotaron las inscripciones, etc..., hacían presagiar que esta carrera iba a ser diferente. Y así fue, no había sino que oír los comentarios de la gente una vez terminada la prueba, se pude resumir con aquella frase de -jodido, pero contento-.
Mi crónica empieza en el Alteza de Los Realejos, últimamente se ha convertido en punto de reunión para unos cuantos "locos" de las carreras por el monte. Allí nos saludamos y se forma la caravana que parte hacia el Oeste liderada por el General César que amablemente, el muy cabr...ito, nos lleva a realizar una ruta turística por Icod: -por aquí el ex-mariposario, a la derecha el Drago...- jeje.
Y sin más novedad llegamos a la ermita de San Francisco de La Montañeta, lugar muy familiar para los asiduos a la Cruzatenerife ya que aquí está el avituallamiento que todos queremos ver (es el último) y en donde empieza la condenada bajada que a más de uno y de dos se le ha hecho eterna.
Cada uno se busca la vida para aparcar y a recoger el dorsal. Como siempre Basilio se estira con la bolsa del corredor, camiseta y gorra técnicas, vaso conmemorativo, gel de masaje (alguno se lo ha bebido), manises, etc... Además también estaban a la venta las pulseras benéficas 0.2 de http://www.josefajram.com/ y se podían también comprar los vasos.
Empiezan los preparativos, ¿qué ropa me pongo?, ¿hará fresquito?, ¿hará calor?, al final tuvimos un poquito de cada. Esperando la salida hacíamos como que calentábamos, estirábamos un poco, cien metros de carrerita ¿pa'que más? ya tendremos tiempo, jeje, algunas fotos y vídeos a cargo de los bichillos que estaban como siempre por todas partes y a la salida.
Para no variar y cumpliendo la tradición se me olvida algo, esta vez fue poner el cronómetro en marcha, si es que cuando no me tomo el cortadito siempre falla algo... Los de delante salen como tiros, se nota que éstos calientan en serio, no como otros, y lentamente se va estirando el pelotón y cada uno va cogiendo su sitio. En la salida hacía calor y la subida invitaba a guardar algo de fuerzas, así que al tran tran, sube que te sube hasta que la pista se suavizaba un poco y se podía empezar a alargar la zancada, incluso había algún pequeño descenso antes de llegar al avituallamiento. Por cierto, yo debía ser el único gili.... que iba con el vaso en la mano, mi estrategia era como la de Fernando Alonso, a una sola parada, creo que salió mejor la de cero paradas (ir cargando tu bebida) porque debido al calor se levantaba mucho polvo y un traguito de agua hubiera ido muy bien.
Después del avituallamiento empezaba una teórica laaaarga bajada, pero ¡ay amigo!, no te fíes que esto es muy largo. Justo al llegar al tramo que coincidía con la media del Tanque, esperaba traicionero un llaneo bastante largo justo en la zona más bonita del recorrido. Alguno después de la carrera se quejaba de no poder haber disfrutado de las vistas porque un enorme "MURO" se lo tapaba, jeje.
Y como esto es cuestión de paciencia, con un poquito de sufrimiento llegamos al tramo final de bajada por el que antes habíamos subido. Aquí los que podían lo daban todo y otros como yo simplemente querían ver el arco de llegada para reposar y sentarnos en una piedra a cagarnos en todo.
Como siempre, hacemos que estiramos, comentamos como nos ha ido y nos vamos para la zona del avituallamiento final para tomarnos un refresquito y comer algo. Yo como siempre me voy rápido que "tengo las papas al fuego".
Para terminar la crónica, despedirme desde aquí de todos los que no saludé al final y felicitar a toda la organización por la estupenda labor realizada. Seguro que repetimos.
Fotos:
Se esperaba mucho de esta carrera; los entrenamientos previos, la belleza del recorrido, la rapidez con que se agotaron las inscripciones, etc..., hacían presagiar que esta carrera iba a ser diferente. Y así fue, no había sino que oír los comentarios de la gente una vez terminada la prueba, se pude resumir con aquella frase de -jodido, pero contento-.
Mi crónica empieza en el Alteza de Los Realejos, últimamente se ha convertido en punto de reunión para unos cuantos "locos" de las carreras por el monte. Allí nos saludamos y se forma la caravana que parte hacia el Oeste liderada por el General César que amablemente, el muy cabr...ito, nos lleva a realizar una ruta turística por Icod: -por aquí el ex-mariposario, a la derecha el Drago...- jeje.
Y sin más novedad llegamos a la ermita de San Francisco de La Montañeta, lugar muy familiar para los asiduos a la Cruzatenerife ya que aquí está el avituallamiento que todos queremos ver (es el último) y en donde empieza la condenada bajada que a más de uno y de dos se le ha hecho eterna.
Cada uno se busca la vida para aparcar y a recoger el dorsal. Como siempre Basilio se estira con la bolsa del corredor, camiseta y gorra técnicas, vaso conmemorativo, gel de masaje (alguno se lo ha bebido), manises, etc... Además también estaban a la venta las pulseras benéficas 0.2 de http://www.josefajram.com/ y se podían también comprar los vasos.
Empiezan los preparativos, ¿qué ropa me pongo?, ¿hará fresquito?, ¿hará calor?, al final tuvimos un poquito de cada. Esperando la salida hacíamos como que calentábamos, estirábamos un poco, cien metros de carrerita ¿pa'que más? ya tendremos tiempo, jeje, algunas fotos y vídeos a cargo de los bichillos que estaban como siempre por todas partes y a la salida.
Para no variar y cumpliendo la tradición se me olvida algo, esta vez fue poner el cronómetro en marcha, si es que cuando no me tomo el cortadito siempre falla algo... Los de delante salen como tiros, se nota que éstos calientan en serio, no como otros, y lentamente se va estirando el pelotón y cada uno va cogiendo su sitio. En la salida hacía calor y la subida invitaba a guardar algo de fuerzas, así que al tran tran, sube que te sube hasta que la pista se suavizaba un poco y se podía empezar a alargar la zancada, incluso había algún pequeño descenso antes de llegar al avituallamiento. Por cierto, yo debía ser el único gili.... que iba con el vaso en la mano, mi estrategia era como la de Fernando Alonso, a una sola parada, creo que salió mejor la de cero paradas (ir cargando tu bebida) porque debido al calor se levantaba mucho polvo y un traguito de agua hubiera ido muy bien.
Después del avituallamiento empezaba una teórica laaaarga bajada, pero ¡ay amigo!, no te fíes que esto es muy largo. Justo al llegar al tramo que coincidía con la media del Tanque, esperaba traicionero un llaneo bastante largo justo en la zona más bonita del recorrido. Alguno después de la carrera se quejaba de no poder haber disfrutado de las vistas porque un enorme "MURO" se lo tapaba, jeje.
Y como esto es cuestión de paciencia, con un poquito de sufrimiento llegamos al tramo final de bajada por el que antes habíamos subido. Aquí los que podían lo daban todo y otros como yo simplemente querían ver el arco de llegada para reposar y sentarnos en una piedra a cagarnos en todo.
Como siempre, hacemos que estiramos, comentamos como nos ha ido y nos vamos para la zona del avituallamiento final para tomarnos un refresquito y comer algo. Yo como siempre me voy rápido que "tengo las papas al fuego".
Para terminar la crónica, despedirme desde aquí de todos los que no saludé al final y felicitar a toda la organización por la estupenda labor realizada. Seguro que repetimos.
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