No tengo fotos, pero entré justo delante de este grupito.
El 7 de Octubre participé en esta dura carrera de casi 5 kms. cuesta arriba. No me inscribí hasta última hora por mis problemas con los lumbares en los que todavía tenía algo de molestias. De todas formas no salí al cien por cien por si acaso.
A las 10:15 se daba la salida, creo que salí demasiado retrasado ya que en los primeros quinientos metros tuve que zigzaguear para adelantar a los que iban algo más lentos. Pasada la comisaría de la Policía Nacional, girábamos a la izquierda y donde empezaba una larga y tendida cuesta; aquí ya íbamos en fila y más o menos ya estaba cada uno en su sitio. Me coloqué detrás de un grupo que sabía que iban a mi ritmo, así hasta llegar a un pequeño descanso antes de empezar a subir la cuesta del Taoro.
En esta cuesta pasé a algunos corredores pero pensando en la última subida empecé a dosificar algo, menos mal, porque luego lo agradecí.
Al terminar la subida del Taoro hay un falso llano que recorre todo el parque hasta las cuestas que llevan a la montaña de Las Aguilas. Es un tramo rápido y entretenido, aquí había un avituallamiento en el que aproveché para echarme agua en la gorra ya que el calor se dejaba notar. Antes de entrar en la montaña propiamente dicha hay que atravesar una zona residencial con un tramito de escaleras que se las trae, aquí los cuádriceps ya se empezaban a quejar. Y no veas el tramo donde empieza la montaña, con un desnivel bestial que te deja tocadito (por lo menos a mí) para el resto de la subida.
De aquí hasta el final ya sólo queda apretar los dientes y sufrir, sobre todo cuando llegabas a las curvas donde el tanto por ciento de desnivel subía. En algunos momentos estuve tentado por parar a caminar, más aún cuando veía a mucha gente que tenía que caminar un poco para poder seguir después el trote.
En los últimos tramos agradecí el haber dosificado algo, pero todo acaba y al final entré en meta en 23’49”, un segundo más que el año anterior; pero eso sí, muy cansado. No tuve en cuenta las mala noches anteriores en que había dormido mal por unos problemas intestinales de mi sobrino. Incluso me sentí algo mareado y me tuve que tumbar un rato hasta que el aquarius me hizo efecto, de todas formas en cuanto me recuperé me marché rápidamente ya que mi mujer estaba sola con todos los niños, me hubiera gustado ver la entrega de trofeos pero esta vez no pudo ser.
A las 10:15 se daba la salida, creo que salí demasiado retrasado ya que en los primeros quinientos metros tuve que zigzaguear para adelantar a los que iban algo más lentos. Pasada la comisaría de la Policía Nacional, girábamos a la izquierda y donde empezaba una larga y tendida cuesta; aquí ya íbamos en fila y más o menos ya estaba cada uno en su sitio. Me coloqué detrás de un grupo que sabía que iban a mi ritmo, así hasta llegar a un pequeño descanso antes de empezar a subir la cuesta del Taoro.
En esta cuesta pasé a algunos corredores pero pensando en la última subida empecé a dosificar algo, menos mal, porque luego lo agradecí.
Al terminar la subida del Taoro hay un falso llano que recorre todo el parque hasta las cuestas que llevan a la montaña de Las Aguilas. Es un tramo rápido y entretenido, aquí había un avituallamiento en el que aproveché para echarme agua en la gorra ya que el calor se dejaba notar. Antes de entrar en la montaña propiamente dicha hay que atravesar una zona residencial con un tramito de escaleras que se las trae, aquí los cuádriceps ya se empezaban a quejar. Y no veas el tramo donde empieza la montaña, con un desnivel bestial que te deja tocadito (por lo menos a mí) para el resto de la subida.
De aquí hasta el final ya sólo queda apretar los dientes y sufrir, sobre todo cuando llegabas a las curvas donde el tanto por ciento de desnivel subía. En algunos momentos estuve tentado por parar a caminar, más aún cuando veía a mucha gente que tenía que caminar un poco para poder seguir después el trote.
En los últimos tramos agradecí el haber dosificado algo, pero todo acaba y al final entré en meta en 23’49”, un segundo más que el año anterior; pero eso sí, muy cansado. No tuve en cuenta las mala noches anteriores en que había dormido mal por unos problemas intestinales de mi sobrino. Incluso me sentí algo mareado y me tuve que tumbar un rato hasta que el aquarius me hizo efecto, de todas formas en cuanto me recuperé me marché rápidamente ya que mi mujer estaba sola con todos los niños, me hubiera gustado ver la entrega de trofeos pero esta vez no pudo ser.
2 comentarios:
Buenas Emilio con todos los problemas que dices que tuviste y hacer casi el mismo tiempo que el año pasado ya tiene merito el año que viene sin tantos problemas arrasas un saludo
Enhorabuena Emilio, es un tiempazo para esas cuestas, incluso sin ellas, se ve que estás en buena forma.
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