100 KM Villa de Madrid

03 abril, 2012

El pasado 11 de marzo se disputaron los 100 Km Villa de Madrid. No, no es una carrera de montaña, pero tuve la ocurrencia de apuntarme. Muchos ya saben que fracasé en el intento, y aunque está algo alejado de la temática de este blog, les apunto estas notas, por si hay alguno tan chalado como yo, y se lo está pensando.




Yo y el Ultrafondo:

Pero, ¿qué será el Ultrafondo? Depende tanto de la persona a quién le preguntes. Un atleta igual te habla de un 10.000, o del maratón. Un corredor de montaña te nombrará la Transgrancanaria, el Mont Blanc o la Transvulcania. Pero existe otra "secta", que poco a poco empecé a seguir a distancia. Son los ultrafondistas del asfalto, aunque a veces, de forma sorprendente, corren sobre pistas de atletismo. Unas veces corren por distancia, 100 Km, ¡1000 Km!, y otras por tiempo: 6 horas, 12 horas, 24 horas, 48 horas,... ¡6 días! Tienen sus propios códigos, distinto material, sus ídolos son otros,... y mientras leía sobre sus costumbres y hazañas, empecé a preguntarme: “¿podría yo infiltrarme entre ellos?”

Busqué carreras de Ultrafondo en el calendario nacional. Hay muy pocas, cada vez menos, y al final me decidí por los 100 Km Villa de Madrid, ya que cualquier carrera en Madrid se convierte en viaje deportivo-familiar para visitar a mis suegros.

Recuerdo los telediarios de hace 20 años, antes de que el infecto "fúrgol" acaparase de forma artificial todos los espacios informativos. A veces hablaban de las hazañas del legendario Domingo Catalán, que se medía, y batía, a los mejores del mundo en los 100Km. Por aquel entonces yo no sabía nada de carreras, y todo aquello me parecía un imposible, no me lo terminaba de creer...

"¿Pero por qué haces estas carreras?" Es lo que nos preguntan a todos los que corremos los amigos que no corren. No hay una respuesta clara, valdría la del alpinista que responde que escala montañas "porque están ahí". Yo veo retos, y me van llamando, con cantos de sirena, para que me acerque a ellos y me ponga a prueba.

Los 100 Km me empezaron a llamar. Me cantaban bajito "Ven, ven, si esto es bien fácil: solo hay que trotar despacito". El Ultrafondo me esperaba, y yo, como un corderito sin trasquilar su lana, me dirigía confiado a su encuentro.

Los 100 de Madrid:

Los 100 Km Pedestres Villa de Madrid cumplían en 2012 su vigesimosexta edición, ¡ahí es nada!. Me dió la impresión de carrera hecha con pocos medios, solo hay que ver su página web, poca información, la justa, nada de alardes (ninguna foto he conseguido), pero un alma mater, Rafa Navas, que parece que tira del carro cada año, y todo lo necesario para que el corredor intente el reto con seguridad y garantías.

La carrera consiste en dar vueltas a un circuito de 10 Km. por el famoso barrio de Vallecas. Se pueden completar 50, 60, 70, 80, 90' o 100 Km, así que desde que das 5 vueltas te puedes parar, indicándoselo a los jueces, y entrar en una clasificación. Yo iba a por los 100, pero tenía miedo a que en cada paso por meta me entrase la tentación de parar...

De la carrera no tenía demasiadas referencias, pero sabía que el gran Roberto Lopez había participado en 2010 consiguiendo una fantástica quinta plaza, con un alucinante crono (no tengo palabras para definirlo) de 7h41min., que parece ser es record de Canarias (ritmo de 4m37seg, ¿cómo es posible?). También un compañero de trabajo, Óscar Rodríguez Pérez, había participado en 2008, completando 90 Km en unas 9h30m. Recuerdo que estábamos en la oficina Javi Sánchez, David (del Rosario) Gemmerli y yo, y cuando nos enteramos de lo de Óscar, proclamamos al unísono “a éste se le fué la cabeza...”

Por mi parte el modesto objetivo era, como siempre, terminar, e intentar bajar de las 10 horas. Un simple cálculo nos dice que basta con hacer cada vuelta en 60 minutos, un ritmo de 6 min/km. Parece fácil, muy confiado marché hacia Madrid.

Cualquiera puede...

Los días previos a la salida me enteré de que buscaban voluntarios entre los participantes de la prueba para realizar un estudio cardiológico. Consistía en completar un electrocardiograma, una ecografía del corazón y una extracción de sangre, todo ello antes y después de la carrera. Me pareció una buena oportunidad para hacerme un control serio, y si ayudaba a alguien, pues doble aprovechamiento.

Total, que el sábado por la tarde (la carrera era el domingo) mi suegro, Julio (parece mi mánager cuando voy a correr a Madrid, gracias suegro), me llevó a unas instalaciones del Consejo Superior de Deportes en donde 2 doctores, Dr. Zigor y Dra. Eugenia, me recibieron y empezaron con las pruebas.

El Electro perfecto, casi me quedo dormido, así que mas relajado no podía estar. Antes de la ecografía, el Dr. Zigor me ausculta con un estetoscopio, y tras un par de pruebas proclama, medio gritando, hasta con satisfacción diría: “SOPLAZOOOOO”. Yo asustado en la camilla, pensando “Ya no me dejan correr mañana...”. La Dr. Eugenia acude rauda a escuchar el presunto soplido con el estetoscopio. Yo seguía acongojadillo...

Dra. Eugenia: “Bueno, soplazo no, soplidito.”

Yo: “¿Y eso es grave?”

Dra. Eugenia: “No es una cardiopatía.”

Yo (pa mis adentros, pensando en silencio): “Menos mal que no me pierdo un capítulo de House”.

Yo: “Y entre los otros corredores, ¿había algun otro con soplido?”

Dra. Eugenia: “Todos”

La verdad es que me quedé mas tranquilo... al menos iba a correr el domingo.

Despues de este pequeño susto, la Dra. Eugenia me hizo la ecografía del corazón. Me resultó un rollo de prueba, muy larga, como media hora, y te clavan la sonda entre las costillas (duele), te piden que mantengas la respiración para tomar instantáneas, acabas un poco harto...

Mientras la Dra. Eugenia me torturaba con la sonda, hablábamos un poco de la carrera, de que ella trotaba de vez en cuando, etc... en un momento dado dijo algo como “... os admiro, no sé cómo podeis correr tanto...” En ese momento me salió de forma natural, sin pensarlo, habrá sonado hasta pretencioso: “Cualquiera puede correr los 100Km”.


Apuros en la salida

Por fín llegó el día de mi debut en el Ultrafondo, y estaba algo nerviosillo, que cosas, ¡ni que fuera a ganar!

Mi suegro y manager, San Julio, me llevó a las 6:20 de la mañana hasta el estadio del Rayo Vallecano, centro neurálgico de los 100 KmVilla de Madrid. Acudía sin desayunar, ya que para completar el estudio me sacarían algo de sangre antes de la “carrerita”.

Cuando me presento en las oficinas veo una tremenda cola para la extracción sanguínea, y otra mayor para recoger el dorsal (también se podía recoger el sábado por la tarde, pero con lo del estudio no hubo tiempo). Decido empezar por la cola de la sangre, ya que lo que me interesaba era desayunar cuanto antes.

Los minutos pasan volando y la sangre fluye muy lentamente. Hablo con otros corredores en la cola, nos pesamos y apuntamos los pesos en una lista. Me fijo en los pesos de los otros corredores y veo que los hay mas pesados que yo, y, como siempre, pienso: “eso será porque son mas altos, ¡ninguno mas gordo que yo!”.

Al fin me sacan la sangre (¡qué falta me haría dentro de un rato!) y voy rápidamente a la cola del dorsal, saco mi pastelito precompetición y empiezo a desayunar a las 7:10, 20 minutos antes de la salida, ¡qué desastre!.

Si la cola de la sangre era lenta, la del dorsal resulta desesperante. Siento que tengo que ir al baño, así que subo coriendo las escaleras que llevan a los vestuarios. Allí me encuentro otra cola, y escucho al organizador (Rafa Navas) avisando por los pasillos “10 minutos para comenzar, vayan acercándose a la salida”, ¡maldición!. Paso del baño, y vuelvo a bajar a la cola de los dorsales, pero parece que no ha avanzado nada. Aprovecho para ajustarme los compresores de los gemelos, quitarme la chaqueta, etc.. Vuelvo a escuchar a Rafa gritar que quedan 5 minutos, así que vuelvo a correr hacia el baño y esta vez sí tengo suerte.

Bajo corriendo a por el dorsal y aún faltan 2 corredores por recogerlo. Apenas quedan corredores en la oficina, casi todos deben estar ya en la salida, y yo ni me he atado los tenis. Cuando al fin me entregan el dorsal, soy el último corredor en recogerlo, me dice la chica que los entrega “Son 10 euros de fianza por el chip”. “¡COMO! , ¡Pero si en la web no pone nada de eso!” Miro mi tiesa cartera y al fondo veo 5 euros, que afortunadamente aceptan como cutrefianza.

En la oficina solo quedan 2 o 3 corredores poniéndose el dorsal con unos imperdibles, para colmo son 2 dorsales los que hay que ponerse, uno en el pecho y otro en la espalda. Una chica de la organización me ayuda poniéndome el dorsal de la espalda mientras me pongo el chip en los cordones de los tenis. En un momento dado le pregunto “¿Cuánto falta para la salida?” y me responde “Yo creo que la han dado ya” “¡Esto no es propio de mi!”, protesto internamente, y pienso en las docenas de anecdotas de Carlos Caramés, llegando a carreras tarde o por los pelos. También me acuerdo de un corredor de Tenerife Trail que llegó tarde a una carrera en el Norte, y no diré que se llama Javi Sánchez...

A toda prisa entrego a la organización mi mochila para el avituallamiento de meta, con ropa de recambio, gorra, geles, barritas y 3 botes de mejunje con hidratos y sales, y salgo ya corriendo a la calle.

Miro hacia arriba, y veo la línea de salida con todos los corredores preparados y Rafa Navas con el micro en la mano iniciando una especie de cuenta atrás. Empiezo a correr y pienso que en vez de 100 Km voy a hacer 100.200 metros. Justo cuando alcanzo a la última fila de corredores dan la salida, así que he salido el último, pero no he perdido mas que unos segundos. Al pasar por el arco de salida pienso en Ángel Yuste y su cachondo blog: “Glorifiquemos el dolor”, escribió hace poco. ¡Adelante!, ya estoy en carrera, todo marcha bien.

Corre como un robot y ordena tus pensamientos

¿Qué contar de una carrera de éste tipo? Aquí no hay paisajes sorprendentes, vegetación tupida ni cumbres brumosas que coronar. En defensa del recorrido tengo que decir que al menos es bonito dentro de su “urbanidad”. Discurre por avenidas y ramblas pobladas de arbolitos, y rodeamos varios parques.

Salgo tranquilo, con intención de reconocer el terreno. Pronto compruebo que casi no hay tramos llanos en el circuito, y echo de menos el circuito llano del maratón de Gran Canaria. Aquí todo el primer Km es en subida, con una pendiente parecida a la de la Rambla. Ahora no me cuesta subirla, después ya veremos. Llegando al Km 2 hay otra pendiente pronunciada, así como entre el Km 6 y 7. Con todo esto, no era posible mantener un ritmo regular, ya que en las subidas marco cerca de 6 m/km, y en las bajadas me dejo ir a unos 4:45 m/km. Con esto intento mantener un ritmo de 5:20/5:30, con el que hacerme poco a poco con un pequeño colchón sobre las 10 horas. Soy consciente de que el ritmo caerá según avance la prueba.

Vuelta 1: Voy escuchando al personal hablar. Casi todos los corredores van a por los 50 Km. Muchos se lo toman como test para el MAPOMA. Completo la vuelta en unos 53 min, mejor de lo esperado.

Vuelta 2: Hay avituallamientos en el Km 5 y en la línea de meta, así que hago las primeras vueltas sin llevar nada encima, bebiendo vasos de agua a cada paso por los avituallamiento, y trozos de plátano y membrillo. Están bien surtidos, fruta, barritas, frutos secos, agua,isotónico, cola,... por este lado no hay problema. Vuelta en unos 53 min. de nuevo. Mi colchón aumenta. Todo bien.

Vuelta 3: Los corredores nos vamos distanciando y disfruto de la soledad. Me sumerjo en mis pensamientos. Qué privilegio correr en solitario de vez en cuando y repasar toda tu vida. Pienso en la familia, en los amigos actuales, en los que ya no veré jamás,...

Me cuesta un poco mantener el ritmo de las 2 primeras vueltas, pero vuelvo a hacer “colchón” al pasar por meta. Me paro en el “avituallamiento personal” y me llevo en la mano una botella de Hydra Endurance de 500 cc.

Vuelta 4: Voy adelantando corredores que han salido demasiado rápido, de todas formas ya me han doblado 2 o 3 corredores, ¡vaya forma de correr!. Pienso en el libro de Kilian que me leí en el avión: “Correr o Morir”. Cuenta Kilian que fantasea durante las carreras con imaginarios locutores que narran sus irremediables victorias: “¡Kilian ataca! ¡Qué potencia! Última curva y encara la recta de meta. ¡Qué gran victoria! De sus ojos brotan lágrimas de felicidad”. Siempre digo que hay que aprender de los buenos, así que sintonizo mi propio dial mental y escucho algo como ésto: “Por aquí viene Eduardo Cebrián, del Tenerife Trail, ¡vaya forma de correr mas penosa!, ¿a dónde va con esas patas gordas? No se puede ir mas lento...” ¡Pero ésto que es! Desintonizo el dial mental, aún no he alcanzado el estado de conciencia suficiente para ésto.

Vuelvo a empeorar el tiempo de la vuelta, pero me siento muy cómodo, sigo haciendo colchón. Empiezo a pensar en bajar de 9h30m, y en cómo empezar la crónica.

Vuelta 5: Me fijo en el paso por el maratón, por debajo de 3h50. Sigo repasando momentos de la vida: aquella juerga del 89, equipo Mexical de voleyball, noches en el mar contando estrellas fugaces,...y todo por 20 euros, ¡qué barato!

Me acerco de nuevo al estadio, y vuelvo a imaginar, por quinta vez, a Ruiz-Mateos disfrazado de Superman, ¡qué momento mas mítico de la historia nacional! Cojo la gorra y otro bote de Hydra, y me cuesta mantener la carrera en el primer km. Sigo confiado, pero empiezo a vislumbrar el martirio.

Vuelta 6: Mi ritmo ya empieza a ser realmente cansino. La mayoría de corredores se han quedado en el Km 50 y se nota. Vamos ya muy distanciados unos de otros. La policía y protección civil han tratado de mantener separados coches y corredores, con relativo éxito, pero según avanzaba el día la cosa se ha ido relajando, y nos vamos mezclando cada vez mas. En mas de una ocasión me encontré al lado de un automovilista que no entendía nada, y me miraba con cara de “¿Pero qué hace este friki corriendo por en medio de la calle?”. En la bajada a línea de meta veo que llego justo para hacer 60 minutos en esta vuelta, y me pongo a forzar... ¡qué error de novato!

El crack

Vuelta 7: Me paro otra vez para coger otro bote con sales, y cuando retomo la marcha veo que no soy capaz de subir corriendo el primer km. Empiezo a ver las orejas al lobo, pero procuro caminar rápido en la cuesta y consigo volver a seudotrotar en los escasos llanos y bajadas. Viene la cuesta del Km 2 y también tengo que caminarla. Noto los cuadriceps como si fuesen de cemento, y paro un par de veces a estirar. Llego al Km 64, y me asaltan dolores insoportables en los muslos cada vez que piso. Paro, estiro, camino, intento trotar,... fracaso tras fracaso. Veo la retirada claramente ante mi, pero me niego a aceptarla, sería la primera vez, y no he llegado hasta aquí para ésto. Mientras camino voy haciendo números: El tiempo límite son 11horas y llevo unas 6 horas de carrera, me quedan 3 vueltas y media, mas de 30 Km, sobre 1h30m cada vuelta caminando. Es posible terminar, pero... ¿tiene ésto algún sentido?

Llego a una bajadita e intento correr, ¡Pinchazo en la rodilla izquierda! Ya no hay remedio, se acabó la carrera. Me quedan unos 5 km hasta la meta, así que decido llegar por mi propio pie, mientras voy pensando en qué errores habré cometido para verme ahora caminando por Vallecas. ¿Poco entrenamiento? ¿Demasiado entrenamiento? ¿Zapas inadecuadas (las mias son éstas, si algún ultrafondista de verdad me puede aconsejar...)? Pasadas unas semanas, creo que la respuesta es SÍ a todo.

Por el camino hacia meta comprobé que el dolor de rodilla aparecía incluso al caminar cuesta abajo, y me tuve que parar un par de veces para que se me pasara. Lo que también se me pasaron fueron las ganas de seguir en carrera, si es que me quedaba alguna.

Cuando llegué a meta me acerqué a los jueces, que estaban junto al arco de meta, y les comuniqué que lo dejaba, que no podía mas. Una jueza me dice ”Vale, pero date prisa y pasa por meta, que el tiempo corre”...”Gracias, pero a estas alturas me da todo igual”

Al final entré en la clasificación de los 70 Km, 6h55m según los jueces (aquí están los datos del Garmin, como casi siempre olvidé pararlo al cruzar la meta). Como curiosidad, aquí está la clasificación de los 70 km. Podría mentir, sobre todo a mí mismo, y decir que hice una gran carrera, un pequeño éxito para un corredor batata, pero ¿para qué?... yo iba a por los 100, me retiré, fracasé, y punto.


Mucho corazón, pero...

Ahora me tocaba completar el estudio cardiológico en las oficinas del estadio. Cuando llegué el ambiente entre los corredores que esperaban para hacerse las pruebas era de derrota. La mayoría aspiraban a los 100, pero se habían quedado en 50, 60, 70,... se palpaba el fracaso, estupendo para mi moral.

Despues de un buen rato, contándome las penas de la carrera con los compañeros de fatiga, pasé a la pequeña enfermería dónde me sacarían sangre, me harían el electro y la ecografía. Cuando me cruzo con la Dra. Eugenia me pregunta alegre “¿Qué tal te fue?, ¿Cuántos Km hicistes?”. No sé si me puse rojo, pero bajé la cabeza avergonzado: “Me retiré en el 70”.

Al parecer las pruebas fueron todo un éxito. No se si era para animarme, pero no paraban de repetirme “qué buena recuperación”, “qué corazón mas grande”, “el mejor electro”,.. Yo, tirado en la camilla, a cada nuevo halago respondía “Mucho corazón, mucho corazón,... pero qué pocas piernas”. De tanto repetirlo creo que al final le añadí un acento mexicano, no sé si imitaba a Bigote... Demasiado corazón, demasiado corazón,.. estuve un par de días canturreando una del gran Willy DeVille.

Cualquiera puede... menos yo

Cualquiera puede correr los 100Km”... pues está claro que no. Yo, al menos, no pude. No me preparé adecuadamente. Hay que ser mas específico en la preparación, sacrificar entrenamientos divertidos de 2 o 3 horas, con amigos, en el monte, por palizas de 4, 5, 6 horas, sacrificadas y solitarias, en asfalto. Me sentía demasiado fuerte, indestructible. Le había perdido el respeto a la carrera... ahora todo está mejor.

11 comentarios:

Buena crónica Eduardo. Intentar estas cosas, situarte en la línea de salida ya es un éxito. Ahora a recuperar bien esas rodillas y disfrutar con el siguiente camino. Un camino que te lleve a otra línea de salida, a otro reto, a otra ilusión. Finisher o no, todo ayuda a conocerse y a seguir con estas locuras, benditas locuras¡¡¡ je,je. Un saludo amigo

Tini dijo...

Me quito el sombrero, crack, mucha fuerza hay que tener para "simplemente" imaginarse ese reto, correr tanto tiempo, yo deseo que llegue una subida para caminar algo, ufff, espero verte pronto por el monte. Tus crónicas son de lo mejorcito, ayudan una pasada. Cuida ese gran corazón, un abrazo.

P. Dávila dijo...

EDUARDO CEBRIÁN: UNA VEZ MAS ENHORABUENA!!! YA SABEMOS ESO DE QUE NO SIEMPRE GANA EL QUE PRIMERO CRUZA LA META...PARA TODOS TUS AMIGOS ERES UN GANADOR TITAAAAN,POR LO MENOS PARA MI, TU FUERZA NOS EMPUJA A TODOS, RECUPERATE Y PRONTO NOS VEREMOS SUBIENDO OTRA VEZ POTENTES SENDEROS..1 FUERTE ABRAZO...PEDRO DÁVILA BÚHO TRAIL.

Gracias a estas locuras tenemos estas crónicas tan buenas, y además divertidas. Muchas gracias, da gusto leerte. En cuanto al reto, pues eso, son cosas que forman parte del deporte y así hay que aceptarlas. Nos vemos!!

J. David

ESTIMADO AMIGO, PRIMERAMENTE FELICITARTE POR LA MAGNIFICA CRONICA QUE HICISTE Y A CONTINUACION DECIRTE QUE NO ES NINGUN FRACASO EL NO HABER TERMINADO LOS 100 KM, PUES REALMENTE EL EXITO RADICA DESDE EL MOMENTO EN EL CUAL DECIDES PARTICIPAR EN UNA PRUEBA DE ESTE CALIBRE. EVIDENTEMENTE NO FRACASA EL QUE NUNCA LO INTENTA, PERO EL QUE LO INTENTA SIMPLEMENTE POR ESTE HECHO YA ES UN TRIUNFADOR, ASI QUE ANIMO, A CUIDAR LA RODILLA Y A POR LA PROXIMA QUE SEGURO QUE LA TERMINAS. MUCHO ANIMOOOOOO. YO TAMBIEN LA HE CORRIDO Y TAMPOCO ENCONTRE NINGUNA FOTO,ASI QUE SI ENCUENTRAS ALGUNA AVISAME POR FAVOR A ESTE CORREO. inmobiliariasobrino@gmail.com

Estimado Eduardo Cebrián,no encuentro palabras por lo que has hecho,de LOCURA nada que sabes que cualquiera de los que entra en esta página es susceptible de embarcarse en aventuras si no iguales si semejantes de las muchas que hay por esos mundos de Dios.En Tenerife mas o menos nos conocemos todos como minimo de vista,pero fuera siempre estamos buscando y rebuscando esa pruba especial que nos colme.Lo que has hecho y a los ritmos que lo has hecho de una forma consistente es encomiable,si no hubiese sido por el dolor no me cabe ninguna duda que la acabas.
Lo dicho,enhorabuena que te recuperes pronto y a por la siguiente que asi son "ESOS LOCOS QUE CORREN".

Amigo Eduardo y yo me preguntaba donde estabas metido, y vaya liada la tuya. ¿Y el mapilla? ¿no funcionaba?. Admiro a los que pueden correr tanto tiempo, recuerdo en la Lavatrail donde deseaba una cuesta para coger fuelle y dosificar, y cuando digo correr es eso a fuego desde el uno al cien como en esas pruebas. Así que esos 70 km tienen mucho mérito. Gracias por reparecer y tus palabras, aunque por favor para mi el próximo día hazme un sumario y luego desarrollas. Esperamos verte pronto por el monte.
Ángel Yuste

Javi dijo...

Entre este "fracaso" de 70 kms y que Javi Lorenzo se te está subiendo a la chepa poco a poco, tu confianza debe estar en horas bajas. Eso se te quita haciéndote un carrerón en La Gomera y sanseacabó.
Por cierto, [ironic-mode-on] ¡gracias por mantener el anonimato de la gente que llega tarde a las carreras! [ironic-mode-off].
Ah, y estoy de acuerdo con la doctora esa, la compañera de curro del señor Iturrieta: tienes un gran corazón.

Javi dijo...

...pero menos mal que no te miraron el hígado, porque entonces sí que es verdad que se acojonan ;)

Emilio dijo...

Sí Eduardo, lo que disfrutas tú con tus locuras y lo que disfrutamos los demás luego leyéndolas.
A ver si hacemos un entrenamiento en equipo para preparar la de La Gomera y oírte además de leerte.

javier L. dijo...

javi este tio es un indiscreto (eduardo cebrian), además de un osado. Nombrarte a tí como un ejemplo de llegar tarde a entrenos o carreras, esto no hay quien lo entienda. Y lo que es inexplicable es como pretendía realmente terminar ese reto el sujeto antes mencionado (eduardo cebrian), ¿pero como pudo ni plantearselo? ....... llevando la riñonera que llevó. Bastante logró con hacer 70 Km, sin incidente alguno. Te aseguro que si alguien de madrid me pregunta, juraré no conocerle.

 
 
 

Seguidores

Contacto

Si tienes alguna prueba a la que quieras dar publicidad, si quieres participar en algún entrenamiento, publicar algún reto que hayas llevado a cabo, una crónica, para lo que quieras, escribe a: tenerifetrailteam@gmail.com O en nuestro Facebook: http://es-es.facebook.com/people/Tenerife-Trail/100001735694971

Contador y Estadísticas