Travesía de Tenerife. Del Faro Anaga al Faro de Teno (pasando por el Teide)

17 agosto, 2010


Era esta una idea que llevábamos barruntando un tiempo los dos, y muchas veces en nuestra casa de forma insistente aparecía el proyecto de que bonito seria atravesar la isla pasando por el Teide a pie. No nos era ajeno el tema de que teníamos que planearlo con antelación y sin descuidar la logística del asunto, y que por la información que habíamos encontrado previa, las travesías se habían hecho por medianías, y esto nos llevaba a la incógnita de cómo acometer el paso del desierto del Teide, entre 2000 y 3700 metros, casi sin agua, con mucho Sol y con posibilidades de alojamiento y repostaje escasas.
Al contrario de lo que podría suponerse todo esto no nos desanimó, y es mas, nos llevó a una planificación mas concienzuda si cabe de todo el camino, no solo en sus etapas y recorridos sino también en la comida exacta, ropa a cargar y sobre todo y ante todo…el agua… si nos fallaba el agua nos faltaba todo, no podíamos fallar ni por exceso ni por defecto. Un exceso era un aumento de peso en la mochila que no nos podíamos permitir, y un cálculo escaso podía hacernos abortar el recorrido.
Una vez calculado todo, con mucha emoción e ilusiones, empezamos el recorrido que dividimos en ocho etapas. Comienza el viaje.

Primera Etapa: De Chamorga a Taganana.

Era dos de agosto a las 4:15 de la madrugada, cuando nos recogió el taxi en la puerta de nuestra casa en La Laguna, teníamos que estar antes de las cinco en la estación de guaguas de Santa Cruz, ya que a esa hora salía la guagua hacia Chamorga que es donde empezaba nuestro recorrido.
Nos hicimos unas fotos en esa fea y hormigonítica estación, esperando que llegase nuestro transporte, a esa hora no había casi nadie allí y la negrura de la noche contrastaba con los letreros indicadores de los horarios en color rojo que alumbraban todos los andenes. Pero cual fue nuestra sorpresa que el “magnífico” servicio de TITSA, volvió a hacer de las suyas, ya que al lado nuestro, en el andén que no correspondía, con un número distinto y un nombre de destino diferente, paró una guagüita menos de un minuto, y sin darnos tiempo a reaccionar se fue…siiiii era la de Chamorga!!!, la próxima seria a las 3:00 de la tarde. Así que atribulados por el magnífico comienzo de viaje, decidimos contratar un taxi, gastarnos las perras e ir a Chamorga como fuese. Así que a las 6:00 de la mañana ya estábamos en el pueblo, de noche, muertos de frío y esperando el amanecer, porque claro, como pensamos que llegábamos de día (ya que la guagua tardaba mas que el taxi) pues no llevábamos los frontales je,je..
Con las primeras claras del día empezamos a caminar en dirección al Faro de Anaga, la vista que se vislumbraba a nuestros pies era más que espectacular, un mar plateado y el precioso faro, inicio de nuestro camino. Allí paramos unos minutos a desayunar y seguir adelante. El bello camino costero desde el faro nos permitió ver Los Roques desde diferentes perspectivas. A la mitad del sendero, en Las Palmas de Anaga estuvimos un ratito charlando con Francisco, un señor que vive allá en una casita con su burro y su perro. No podíamos entretenernos mucho así que acordamos que regresaríamos en breve para aceptar su invitación a tomar alguna cosa en su casa. Continuamos sendero y después de unos toboganes llegamos a El Draguillo, donde ya el camino se tornaba plano, en todo ese trayecto nos tentaba la visión de la playa de Benijos, para soltar la mochila y darnos un baño. Así llegamos a El Roque de Las Bodegas, y después a Taganana, donde nos comimos unos churros de pescado y nos fuimos al apartamento a lavarnos y descansar para el día siguiente.

Los datos de la etapa.
Distancia 15,00km, desnivel positivo +1055m y negativo -1432m.
El track aquí.
Segunda Etapa: De Taganana a Las Mercedes.

Esa mañana nos levantamos temprano y comenzamos a caminar, ese día nos esperaba casi todo con desnivel de subida, pero el tiempo estaba estupendo, con esa brumita de Anaga que da gusto, así que salimos de Taganana en dirección a La Cumbrecilla, una vez allí nos dirigimos hacia Afur, allí paramos unos minutos para tomar una barrita de cereales y nos apareció el Sr. Benito, flanqueado con al menos quince perros. Pasamos un ratito con él, y mientras le contábamos cual era nuestro propósito, el nos relato como cuando era joven tenia que levantarse a las 2:00 de la mañana para ir caminando desde Afur hasta La Laguna y así poder ganarse la vida como cambullonero, nos decía que en ese tiempo que le toco vivir era muy duro todo y que su hija ahora trabajaba en Santa Cruz, pero que él no se iba a vivir allá ni borracho. Después de un largo rato de hablar con Benito nos despedimos del él, no si prometerle que volveríamos para llevarle las fotos que nos habíamos hecho juntos, cuando ya hacia como 3 minutos que nos habíamos despedido y ya habíamos subido un buen tramo de la ladera que nos llevaba a Taborno, Benito nos lanzo un grito recordándonos que cuando viniésemos seguramente estaría en el Bar de José Cañón o que si no lo buscásemos en su casa. Lo volvimos a saludar de lejos asegurándole que lo buscaríamos y proseguimos la marcha. Cuando llegamos a Taborno fuimos a ver si estaba Ángela y su marido en su restaurante “Historias para no Dormir”, ya que queríamos saludarlos y tomarnos un Aquarius allí con ellos, pero era martes y no trabajaban ese día, así que proseguimos nuestro sendero hasta Carboneras, pista de Las Hiedras, Cruz del Carmen, Llano de Los Viejos y Las Mercedes. Allí para no chupar mas asfalto del estrictamente necesario, agarramos una guagua que nos dejo al ladito de nuestra casa, donde pasamos la segunda noche, de esta forma nos despedimos de Anaga, un territorio muy familiar para nosotros y lleno de amigos y conocidos, y nos empezábamos a adentrar en mare incognita para las siguientes etapas.
Los datos de la etapa:
Distancia 17,00km, desnivel positivo +1327m y negativo -922m.
El track aquí.
Tercera Etapa: De La Esperanza a La Caldera de La Orotava.
Ese día sabíamos que la etapa era muy muy larga, así que nos levantamos a las 4:00 de la madrugada y sobre las 4:30 cogimos un taxi que nos llevo hasta La Esperanza, donde iniciábamos uno de los tramos del GR-131. Casualmente el taxista que nos llevo era el mismo que nos recogió dos días antes para trasladarnos a la estación de guaguas en Santa Cruz, y le contamos la odisea del primer día con TITSA, el señor fue muy amable y nos dejo en una rotonda donde vimos la marca del GR.
Empezamos la marcha a las 5:00 de la mañana, con los frontales, por un tramo de asfalto primero y después por una pista bastante feita y llena de polvo y mosquitos que se lanzaban contra la luz de nuestras linternas. Así estuvimos un buen rato hasta que amaneció lo suficiente como para parar y tomarnos unas barritas de desayuno y proseguir la marcha antes que el Sol calentase con más fuerza. Después la pista se transformo en un hermoso sendero entre pinos y helechos que subía gradualmente hasta La Caldera de La Orotava. Podemos decir que en su principio el tramo de GR no esta señalizado óptimamente, ya que las señales están en piedras a muy baja altura, las cuales previsiblemente van a ser cubiertas por vegetación en breve, además de estas piedras algunas son movibles, lo que puede hacer que estas señales cambien o sean ocultadas y no cumplan la función para la que están determinadas. Otro fallito que pudimos observar fueron errores en el kilometraje, así vimos una señal anterior a otra que indicaba menos kilómetros que la siguiente, y a no ser que fuese alguna paradoja espacio-tiempo, es que estaba mal puesta.
De esta manera proseguimos nuestro camino pasando por lugares de gran belleza sin cruzarnos con nadie, llegamos sobre las 4:00 de la tarde a La Caldera de La Orotava, nos comimos el bocadillo que llevábamos de picnic y bebimos agua en cantidad. Agarramos la guagua hasta La Orotava y compramos en un Hiperdino agua para el día siguiente. Esa noche nos alojamos en el Hotel Rural Orotava, con unas habitaciones preciosas, y cenamos allí mismo un rancho que nos sentó estupendamente.
Por la tarde vimos a Super Emilio, sin el cual y su eficaz avituallamiento hubiese sido imposible esta aventura. Vino con sus dos hijos a vernos, a cambiarnos la mochila pequeña por otra más grande y de paso quedarse con la ropa sudada. Vino desde los Realejos hasta La Orotava a hacernos la asistencia con la simpatía y amabilidad que le caracteriza. Nos tomamos unas cervezotas con él y nos fuimos al hotel a descansar, ya que al día siguiente había que madrugar y jejej era la última ducha en tres días, así que había que aprovechar.

Los datos de la etapa:
Distancia 29,500km, desnivel positivo +1315m y negativo -1047m.
El track aquí

Cuarta Etapa: De La Caldera de La Orotava a La Fortaleza.


En el hotelito de La Orotava dormimos estupendamente, nos levantamos muy temprano y no nos dio tiempo a desayunar en el hotel, ya que salimos con las claritas del día.
Nos desplazamos hasta La Caldera en un taxi, el taxista nos pregunto que porque salíamos tan temprano a caminar con esas enormes mochilas, le contamos lo que estábamos haciendo y nos pregunto que si se trataba de una promesa, le dijimos que no, que es que estábamos de vacaciones, nos miro con cara de “estos romanos están locos” y nos dejo al comienzo de nuestro sendero. Comenzamos a caminar por la pista por la que discurre la Cruza Tenerife hasta que llegamos a La Choza de Luís y subimos por un sendero que se llama El Acebiño del Inglés. Allí nos encontramos a unos excursionistas que venían desde Izaña e iban en dirección a Los Realejos, estuvimos un buen rato charlando con ellos y proseguimos nuestro camino hasta La Piedra de los Pastores, donde paramos un ratito a comer algo y de paso hablamos con los retenes de la Brifor, que estaban allí vigilantes. Después comenzamos a subir por el Cortafuegos en dirección a La Fortaleza, con un calor de espanto y con un peso en las mochilas de aupa, así que paramos varias veces a refrescarnos ya que el calor era insoportable. Por fin llegamos a La Fortaleza y allí comprobamos con alegría como las botellas de agua que habíamos escondido unos días antes, se encontraban en su sitio, así que nos lavoteamos como pudimos con las toallitas refrescantes, nos cambiamos de ropa, echamos una limpiadita a la capilla por dentro y comenzamos a instalarnos para pasar la noche allí.
Poco a poco se hacia de noche y la inmensidad del llano de Las Brujas sobrecogía, poco a poco las sombras fueron avanzando y los lagartos, que nos tenían literalmente rodeados, fueron retirándose. Cuando ya era casi de noche, apareció una podenca, flaquísima, blanca y café con leche, no paraba de mirarnos y oler nuestras cosas, le dejamos un poco de agua y de jamón que nos sobraba, pero ni siquiera lo olio y no lo quiso. Después de vigilarnos mucho rato se fue por el lugar contrario por el que había venido. Nosotros nos sentamos fuera de la ermita y sacamos nuestra sopa instantánea y nuestro arroz con pollo y curry liofilizado. Lo preparamos en el infernillo, y después de ver el milagro de que puro polvo se convirtiera en arroz con pollo, nos lo comimos mientras oscurecía definitivamente.
Que decirles del cielo, era espectacular, se veía toda la vía Láctea, con una nitidez extraordinaria, nos acomodamos dentro de la ermita y nos metimos dentro de los sacos, descansamos bien, solo abrimos los ojos cuando salio La Luna y esta con su potente luz comenzó a iluminar dentro de donde dormíamos. Al amanecer escuchamos un coche fuera y nos quedamos quietos como mejillones, en cuanto se fue nos levantamos y nos pusimos a tomarnos nuestros cereales con leche condensada y comenzar el tramo del día siguiente.

Los datos de la etapa:
Distancia 16,800km, desnivel positivo de +1024m y negativo de -56m.
El track aquí.

Quinta Etapa: De La Fortaleza al Refugio de Altavista.

Salimos tempranito como siempre, recogimos todo y cargamos las pesadas mochilas con cinco litros de agua cada uno para dirigirnos al Refugio de Altavista, partimos desde la ermita bajando la cuesta hasta el Llano de Las Brujas, hacia mucho calor y desde allí nos dirigimos atravesando el llano hasta Montaña Blanca. Paramos un poco antes de la subida al refugio y allí nos encontramos con una familia francesa que subían en bañador, con el Sol que hacia y la brisa tuvieron que terminar como camarones. Comenzamos a subir la cuesta despacito y llegamos sin prisa pero sin pausa al refugio de Altavista más temprano que tarde, así que nos tumbamos allí con los aislantes a tomar el solito y hasta nos echamos un sueño allí en esa terraza excepcional, mientras seguían llegando guiris como si viniesen de la playa ya desde la Rambleta o desde Montaña Blanca, todos sofocados y preparados para un día de playa.
Nos tomamos unas ensaladas Hacendado de Atún y seguimos allí tirados, hasta que Toño, uno de los guardas del Refugio, se dio cuenta de que estábamos afuera, y sin perder tiempo nos dio un magnifico recibimiento invitándonos a entrar allí con ellos y tomar algo. Allí estuvimos charlando toda la tarde con Antonio, otro de los guardas, que nos estuvo contando lo difícil que era el ser deportista cuando él era joven, que en el pueblo todos pensaban que era un vago o un loco porque se echaba a caminar por el monte. También nos relato todas las proezas deportivas que hizo durante su vida, y hablamos que este hombre, desde luego es un verdadero campeón, que probablemente si le hubiesen pillado en este tiempo los 20 años y con un entreno adecuado hubiese sido una figura del trail o del ciclismo.
Y así se nos paso la tarde, ya haciendo la cena de espaguetis a la milanesa liofilizados y sopa, le entregamos a nuestros amigos los guardas un lomo y un chorizo ibérico que habíamos cargado desde La Orotava para que diesen buena cuenta de él. La verdad es que con lo bien que se portan con nosotros cada vez que subimos es lo menos que podíamos hacer, y no el regalo en si, sino el hecho de cargar sobre nuestras espaldas algo que después ellos iban a disfrutar sin duda.
Ya terminando la cena y casi con los platos fregados, ¡sorpresa!, de pronto apareció allí Javi, si Javi el Muflón. Bueno nosotros no le habíamos dicho nada que íbamos para no molestarlo porque siempre se deshace en amabilidad cada vez que subimos, pero claro, había terminado de trabajar y como se sobraban 15 minutos jejej, pues decidió subir al refugio en un pis pas y pasar allí la noche. Así que llego así como siempre llega él, como una rana saltarina sin estar sofocado ni nada. Se ducho y luego estuvimos un buen rato juntos y atentos y nos invito a una botella de cava. Hay quien carga con la isotónica y hay quien carga con el cava, pues bien, Javi es de los que carga con el cava. Y pasamos una velada estupenda con los dos Antonios, el muflón y dos chicas que se estaban aclimatando para ir al Kilimanjaro. Así hasta que el sueño nos venció y nos retiramos a las camas del refugio que estaban en las antiguas cuadras.
Los datos de la etapa:
Distancia 10,100km, desnivel positivo +1243m y negativo 50m

El track aquí.

Sexta Etapa: Del Refugio de Altavista a los Llanos de Chío.



Ese día iba a ser uno de los más importantes de la travesía, por fin llegábamos al punto más alto de nuestra ruta y coronábamos el maravilloso volcán del Teide, casa de Guayota. Cuenta la leyenda que Guayota con aspecto de perro negro y los Maxios escaparon y raptaron a Magec, encerrándolo en su interior. Se dice que los habitantes de Tenerife en aquellos tiempos le rogaron a Achaman que intercediera, ya que al haber raptado a Magec solo reinaba la noche en esos días. Así que Achaman consiguió liberar a Magec y encerrar de nuevo a Guayota dentro del volcán, poniendo el cono final como tapadera para que no volviese a salir. Se cuenta que de aquellas tinieblas no todos los demonios regresaron dentro del Teide, y que algunos Maxios en forma de perro demoníaco siguen habitando en los barrancos profundos de la isla, a la espera que alguna victima pase cerca, lejos de la protección del Sol y de Achaman, dios de los cielos.
Así que después de dejar nuestras mochilas a buen recaudo en la Rambleta, despedirnos de Antonio y de Javi y dejar la basura que veníamos cargando ya dos días. Nos dispusimos a subir a la cima para hacernos la foto de rigor. Respecto a esto nada que decirles, ya saben que subir al Teide es siempre especial y único, se divisaban casi todas las islas, un privilegio tremendo estar allí, sobre todo sabiendo que Guayota se encuentra bajo nuestros pies a buen recaudo.
Después proseguimos el camino, por el sendero 9 hasta Pico Viejo. Bueno, eso de llamarlo sendero es un decir porque más que un camino era un despeñadero, el borde de la escollera del muelle o el lugar donde millones de volquetes habían dejado enormes bloques por los que había que ir abriéndose camino, con el calor, el terrible viento y el peso de las mochilas. No obstante mereció la pena, el paisaje espectacular, y el cráter de Pico Viejo único. Allí nos encontramos con unos excursionistas con los que hablamos un poco y explicamos que veníamos desde Chamorga, nos desearon suerte y siguieron ellos su camino y nosotros el nuestro.
Al llegar a los Llanos de Chío nos dimos cuenta que nos habíamos retrasado bastante en la bajada por el Malpais y que los amigos que nos esperaban en la montaña de Samara para dejarnos agua y ropa limpia, iban a desesperar, ya que nos quedaban unos tres kilómetros para llegar y ya íbamos retrasaditos. Así que nos acercamos a la carretera y Rocío se quedo allí con las mochilas mientras César corrió unos tres kilómetros hasta llegar a la montaña de Samara, donde estaban Juanma y Norberto esperándonos con un montón de botellas de agua, Aquarius fresquitos, bombones y un poco más y el buffet de un hotel. También sucedió que cuando recuperamos la cobertura recibimos un mensaje de Medio Ambiente contestándonos a nuestra solicitud de dormir al raso esa noche por aquella zona, nos decían que no era posible dormir por allí, así que pedimos a Norberto y a Juanma y que nos llevasen hasta lugar civilizado para quitarnos la roña y dormir en una cama como las personas.
Con las mismas nos fuimos a el caserío ”Los Partidos”, precioso lugar. Nos duchamos ¡en tres días la primera ducha! Y cenamos un plato de pato una y de cordero el otro. Y nos echamos a dormir mientras veíamos las estrellas desde nuestra habitación, ya que el techo es medio de cristal. Esa noche conocimos a Charles, que esta encargado del caserío. Un chico muy muy amable que nos trato como reyes. Esa noche disfrutamos más que nunca el tacto de las sábanas y el agua!!!!. Dormimos como marmotas y nos despertamos cuando nos dio la gana.
Los datos de la etapa:
Distancia 12,500km, desnivel positivo +511m y negativo -1718m
El track aquí

Séptima Etapa: De los Partidos de Franquis al Albergue de Bolico.

Salimos ya con el Sol en el cielo, después de desayunar, en dirección a Erjos nos despedimos de Charles y nos hicimos unas fotos en el patio del caserío. Era ya el séptimo día de camino e intuíamos el final. A mitad de camino y cuando nos disponíamos a subir la pendiente que nos llevaría hasta los altos de Bolico, paramos un momento para ajustar el GPS, ya que íbamos marcando Waypoints en los lugares que nos parecían interesantes. Es en ese momento cuando los ratones de campo, nosotros, es decir todas las personas que en el deporte buscan algo más y que sobre todo disfrutan con la naturaleza, la sensación de compartir y ante todo la solidaridad de la montaña, se toparon con ratones de ciudad, estos que siempre tienen prisa en llegar a los sitios, que establecen férreas jerarquías respecto a que ratón es mejor y que ratón es peor y que adivinan que el asfalto es el territorio en el cual se sienten seguros, reyes y señores, pasaron raudos a nuestro lado, con mochilas pequeñas y con el grupo fragmentado, como para demostrar que seguían siendo reyes fuera de sus territorios y pararon en los altos de Bolico, como con la sensación adivino de haber llegado antes a la meta, los ratones de ciudad desaparecieron y los ratones de campo proseguimos nuestra travesía de la isla con la parsimonia y el sosiego que solo los ratones camperos saben que hay que tener si quieres disfrutar de una travesía en condiciones.
El paisaje que se veía era realmente precioso, ya habíamos cambiado de vertiente y se advertía toda la grandiosidad del parque de Teno a nuestros pies. Como ese día íbamos muy relajados y nos sobraba tiempo, aumentamos el recorrido de la caminata para ese día, para no llegar muy pronto al albergue de Bolico y bajamos por una dorsal llena de laurisilva, hasta Las Portelas, y de allí al albergue de Bolico. Cuando llegamos, nos sentimos como en casa, como siempre los guardas del albergue, esta vez Vanesa, nos trato de maravilla, nos dejo una habitación para nosotros solos y nos sirvió una pizza para cenar que estaba buenísima. También nos entrego un paquete con ropa y algo de comida para el último día, que habíamos dejado allí una semana antes. Dormimos estupendamente, y ya casi nos sentíamos en casa, porque realmente cuando estamos allí nos sentimos como en casa.

Los datos de la etapa:

Distancia 11,00km, desnivel positivo +387m y negativo -733m.
El track aquí.

Octava Etapa: Del Albergue de Bolico al Faro de Teno.

A la mañana siguiente despertamos ya amanecido, con mucha tranquilidad, ya que solo nos restaban unos 18 km para llegar a la meta final y casi todo cuesta abajo. Así que desayunamos en el albergue, nos despedimos de Vanesa y proseguimos nuestro camino. Subimos desde el albergue hasta las casas de la cumbre y allí nos encontramos a unas cuadrillas de medioambiente, que estaban arreglando un poco los caminos. Nos paramos un poco con ellos a charlar, nos preguntaron, que desde donde veníamos, y que adivinaban por el volumen de nuestras mochilas que debía ser de bien lejos. Le dijimos que desde Chamorga, que llevábamos 8 días en ruta tranquila por la isla y que esta era la ultima jornada, nos desearon buena suerte y proseguimos el sendero, esta vez hacia el mirador de Baracán, donde enfilamos hacia Los Bailaderos, allí paramos a tomarnos un Aquarius en un bar del pueblo, soltamos las mochilas y dentro del bar había una tertulia muy animada, en la cual no participamos, de varios hombres con la señora tendera. En la conversación todos hablaban de lo mal que lo pasaron cuando emigraron a Venezuela, también andaban diciendo cada uno en que parte del país habían vivido, unos en el oriente, otros en Caracas, otros habían andado por Ciudad Bolívar y explicaban que esa era la parte del río Orinoco más estrecha y que por eso antes se llamaba esa ciudad Angostura, decían que el Orinoco en su desembocadura parecía un mar. Nos fuimos del bar continuando aun la clase de geografía latinoamericana y seguimos nuestro camino a cubrir nuestros últimos kilómetros hasta el faro de Teno. Poco a poco el paisaje se fue volviendo más costero, ya cuando se veía el mar muy muy cerca, nos cruzamos con un rebaño de cabras, las cuales nos miraban con ojos asombrados y después de tener una pequeña conversación con ellas en lenguaje cabril, proseguimos con risas la ultima bajada. Cuando dejamos el camino llegamos a una carretera, ya veíamos el faro a menos de un kilómetro, no podíamos evitar la emoción, casi corríamos.
Después de hacernos las fotos de rigor, llamamos al taxista con el cual habíamos concertado el día antes que viniera a recogerlo, ya que llegamos como una hora y media antes del tiempo inicialmente estimado. El señor dijo que vendría antes a por nosotros, y nos llevo al hotel Vincci de Buenavista, con esas pintas entramos por la puerta de ese precioso hotel, donde unos botones se empeñaron en llevarnos las mochilas a la habitación, donde nos lavamos antes de darnos un baño en la piscina y tumbarnos en una de las camas tailandesas del jardín.
Los datos de la etapa:
Distancia 16,100km, desnivel positivo + 515m y ne gativo -1301m.
El track aquí.


Cuando termino todo esto teníamos la sensación de que algo nos faltaba, probablemente algo que habíamos dejado en el camino, y también la sensación de que alguna cosa más nos habíamos llevado de ese mismo camino. No hay nada más hermoso que recorrer la tierra en la que uno habita y de la que se siente parte.
Ahora en casa y con el sendero finalizado podemos decir que más que nunca que tenemos a Tenerife en nuestros corazones, de punta a punta y pasando por la cumbre, una especie de viaje iniciatico. Ahora conocemos mejor y no solo desde el punto de vista físico, sino espiritual, al sitio donde habitamos y sus gentes. Un país en la mochila como diría el genial Labordeta, en la mochila si, pero también en el corazón.
Al final caminamos 128km y un desnivel acumulado de 14636m (+7377m y -7259m).
Todas las fotos aquí
Rocío y César

12 comentarios:

arturo dijo...

Ya veo que han disfrutado muchísimo,enhorabuena pareja

Jose Carlos dijo...

la verdad que lo que habeis hecho bien merece una felicitacion por haberlo planeado,planificado y realizado; no se di debo tener pena de Rocio, tener que aguantar tantos dias al colega jijaia, en serio me alegro de vuestras magnificas experiencias,eso la master card no las puede comprar, salu2

Anónimo dijo...

Felicidades Rocio y Sesar por esa experiencia que pasarón, por mi parte me da una envidia tremenda, gracias por habernos deleitado con esta crónica tan bonita. Para el año que viene nos apuntamos yo y Eva si Dios quiere. Ahora despues del molimiento lo que queda es la sensacion expiritual de haber realizado con exito, algo que uds.tenían pendiente, y eso debe ser muy gratidicante. un abrazo Adán

Anónimo dijo...

Solamente felicitarlos tanto a Rocio como a ti.Va a ser una experiencia inolvidable seguro.Felicidades desde un poco mas arriba de Guia de Isora .(Chirche)

Gracias Chirchero, por cierto ¿no serás miembro del C.C Chineje?

carlos villanueva dijo...

Felicitaciones.
Estas cosas son las que motivan y dan valor a lo que hacemos.
Podría organizarse una ultra, sería intersante.
cuidense.

Gracias a todos por los comentarios.
Carlos seguro que a más de uno se le ha pasado por la cabeza hacer una ultra con ese recorrido. Si fuese el caso habría que hacer muchos cambios p.q entre otras cosas no se puede pasar por el Teide pero tiempo al tiempo......

Anónimo dijo...

Flamante!!!! Guarda bien el copyright no sea que venga alguien y se adueñe de él aunque el disfrute no te lo van a quitar. Saludos Cesar. Matías

isa dijo...

he tenido muchos problemas con el ordenador y he tenido ganas de leer la cronica y hoy por fin la pude leer. que guay!!! tremenda experiencia. besos parejita

Anónimo dijo...

Acabo de terminar de leer vuestra crónica y de ver todas y cada una de las fotos. Sólo se me ocurre FELICITARLOS ,me parece muy importante lo que han hecho , y además considérense muy enviadiados por todos los que queremos a esta Isla.
Ya los felicitaré personalmente cuando nos encontremos en alguna carrera.
Pd. César donde se puede comprar ese Buff tan Canario . está increíble.
Fdo Jose Icod

Eso sí que son vacaciones y no las 3 semanas que me he pasado en las islas Seychelles, tostandome al sol....jejeje. Saludos

Unknown dijo...

enhorabuena, sin duda una gran actividad solo comentarles que esta travesia con el nombre de cesareo tejedor se realiza desde 1.969 .
en 1970 se hizo con subida al teide,hasta finales de los años 80
se hacia anualmente y está regista-
da por el grupo montañero de tene-
rife, varios grupos entre ellos el
tamaide de la orotava la han incincluido en sus actividades
oficiales.
saludos y enhorabuena.
lvchinobre@gmail.com

 
 
 

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