Este fin de semana laaaargo ha dado mucho de sí en lo que a entrenamientos se refiere, la pena es que todos han sido en soledad. Con el más que he disfrutado, sin duda ha sido con el del domingo.
Había quedado con Jesús Hdez. para hacer un entreno de esos "made in Suso" a las 7:00 a.m. Nada más levantarme miro a la calle y está serenando, no es mucho, así que decido vestirme y a la calle. Esperando en el Mercado Municipal, vistazo al móvil y ¡¡uy!!, llamada perdida de Jesús, esto huele mal, a que no viene... Espero los cinco minutos de cortesía y empiezan las dudas. ¿Empiezo el entreno o me voy a la cama y duermo unas horitas más?..., ya tengo toda la ropa mojada así que arranco y aún de noche empiezo a subir, ¡¡qué pereza!!, empieza a llover un poco más, hace frío, voy solo, sin mp3, uff..., no lo pienses Emilio, tira pa'lante que seguro que esto mejora. Aunque llevaba el frontal no me hizo falta encenderlo, miro la hora y no me lo puedo creer, ¿se le han acabado las pilas al pulsómetro?, si es que la Ley de Murphy no suele fallar...
Emilio, tú a lo tuyo y venga para arriba. Ya en el monte la cabeza empieza a funcionar de otra forma y con las vistas uno se va estimulando un poco más. No importa la que está cayendo, ni que vaya mojado de arriba a abajo. LLego a la antena del Asomadero, justo una hora desde que salí del Mercado. El tiempo es desapacible, sopla una fuerte brisa y no puedo parar porque me quedo helado. Al trote sigo hacia arriba y cojo el sendero que lleva al Risco Miguel. Aquí ya voy disfrutando como un enano, me sorprendo de ir trotando sin parar en ningún momento, en veinte minutos estoy en la choza de Enrique Talg.
¿Y ahora para dónde? Sigo un poco por la pista hacia Chanajiga y encuentro el sendero que baja hacia el Barranco La Calera. Dudo, nunca he bajado pero como me encuentro bien pruebo a ver que tal. Es precioso, tiro algunas fotos con el móvil y llego a otro cruce que me lleva a Chanajiga, la subida pica y en algunos sitios hay que caminar.
Al llegar a Chanajiga me encuentro al único paisano que vi en las tres horas y media de entrenamiento, saludo y sigo porque con el frío no hay quien pare, ufff.
Vuelvo al Risco Miguel, pero esta vez por el recorrido duro en vez de optar por la Pista que va al Pino LLorón. Hay muchos árboles caídos por culpa del último temporal de viento, con cuidado los voy sorteando y empiezo a disfrutar de la bajada. Ya no llueve pero hay algo de barro y hay que ir con cuidado. A las diez de la mañana llego de nuevo al Asomadero, en esta bajada sí que hay que tener cuidado. Después de algún susto en forma de resbalón en media hora estoy en casa, han sido tres horas y media de entrenamiento y se acabaron las "procesiones" de Semana Santa.
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