El domingo, me dio por coger por un sendero que sale desde la pista de Chanajiga (junto a la choza nueva) y que para mi sorpresa va a dar un poquito por arriba de la antena del Asomadero. Es un sendero precioso, bastante abandonado y por el que parece que no va mucha gente, espero que no lo descubran algunos energúmenos con dos ruedas que lo destrozan todo. En algún punto tiene algo de peligro por la caída de algunas ramas y por la acción del agua al bajar por la ladera.
Otro fue la tarde vispera de Reyes. Me fui a dar una vueltita "rápida" por la tarde con la promesa a la familia de volver pronto para ver la cabalgata. Salí a las cinco de la tarde por lo que me quedaba hora y pico de luz. Me fui por Madre Juana y me dio por meterme por un sendero barranco arriba, la cosa es que el camino se empezó a perder y al final me vi trepando por la ladera del barranco, con las canillas llenas de arañazos y sangre por la zarzas y ramas sueltas, eso sí, disfrutando como un enano.
Después de cruzar algún terrenito de papas, carteles de "privado" y construcciones ilegales conseguí salir al sendero que sube a La Corona. Subida al trote hasta la pista de parapentes y de nuevo a casa que está empezando a chispear aunque luego la cosa fue subiendo de intensidad
para caerme un auténtico palo de agua cuando estaba a quinientos metros de casa.
En resumen, que entrenar así da gusto...
2 comentarios:
Emilio, eso que acabas de comentar es lo que entre montañeros, nos diferencia de los senderistas, los montañeros, como dijo el poeta hacemos caminos al andar, los senderistas caminan por los caminos, bienvenido al gremio, te advierto que es difícil salirse de el… ji..ji..
Espero que sólo sea eso Agustín, suena bien, y no que esté "zumbado".
Saludos.
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