Salida nocturna (Los Realejos-Chanajiga por Madre Juana)

Hasta ocho "locos" nos juntamos este pasado viernes para hacer un entrenamiento nocturno, unos con vistas a la III Maratón de Montaña Isla del Meridiano, otros para la Transgrancanaria y los más guerreros para las dos.

Entre las 19:00 y las 19:30 era la hora acordada en La Plaza de San Agustín, llegué con tiempo de tomarme un cortado y por allí fueron apareciedo todos, algunas caras ya conocidas y otras nuevas, por lo menos para mí. A las 19:25, después de unas fotos y algunas dudas con el recorrido, nos pusimos en marcha.

Ya desde el principio empezamos a subir por las calles de Los Realejos con unas rampitas bastante duras, pero bueno, a eso ya estamos acostumbrados. Al ir por el pueblo todavía no hacían falta los frontales pero al llegar a la zona de cultivos hicimos una paradita para colocarlos. Yo ya había recorrido este lugar varias veces, pero no conocía el sendero (Madre Juana) por el que íbamos a subir hasta La Corona.
Me lo apunto para hacerlo otra vez pero de día, porque seguro que tiene que ser precioso.

En nada estábamos en La Corona, donde paramos para comer algo, reagruparnos, abrigarnos y salir ya por la pista que nos llevaría hasta el pino llorón. Aquí cada uno cogió su ritmo y yo me quedé en la cola con Pedro y Samuel, entre charlas y bromas íbamos cogiendo altura y el frío se empezaba a notar. En alguna curva de la pista los tres echamos de menos la cámara de fotos, la luz llena sobre el pinar dejaba alguna imagen de postal. A trote cómodo llegamos al Pino LLorón en el que nos volvimos a reagrupar y sacamos unas fotos (a ver si alguien me las envía para publicarlas por aquí). A partir de aquí sale una pista hacia Chanajiga en ligero descenso; de nuevo me quedo en el grupito de atrás y de charleta en más o menos media horita estamos en la zona recreativa.

Allí hicimos una paradita un poco más larga, estiramientos, comida, bla, bla, bla y de nuevo empezamos el camino de vuelta. Esta vez el grupo permaneció bastante unido hasta el Pino LLorón y sin apenas descanso cogimos la pista hacia La Corona, estaba muy bien para correr pero había que tener cuidado con los resbalones.

Al llegar a La Corona, nuevo reagrupamiento y emprendemos la parte final, el sendero de Madre Juana, esta vez disfrutando de las vistas que antes nos quedaban de espaldas. Esta parte la hicimos todos juntos, de cháchara y caminando hasta el lugar de salida lo que hizo que perdiéramos todo el tiempo que llevábamos de adelanto y llegando al final a las 24:00.

En resumen, estupendo entrenamiento en grupo, bastante relajados y haciendo piña. Seguro que en los próximos, que espero que los haya, iremos más tensos y se harán más exigentes. Por mi parte me tomo unos días de descanso que este lunes tengo una cita en el Hospital que seguro que me dejará unos días fuera de combate.