Disfrutando con los peques.

Aquí me podéis ver (el de amarillo) chupando rueda.

Esta última ha sido una semana bastante intensa, perdonad que no haya publicado pero es que a veces el tiempo no da para más.

A los entrenamientos habituales le he añadido unas clases "autodidactas" de patinaje en línea que me han dejado los tobillos y sobre todo el culo bastante maltrechos. A ver si consigo aprender a tiempo para que los patines me sirvan como entrenamiento alternativo en el verano, por ahora ya consigo patinar hacia delante y tomar algunas curvas, lo del frenado va más lento y normalmente lo hago contra una farola, alguna pared, papelera o lo que encuentre...

El fin de semana se presentaba ajetreado con algunas competiciones de los "menudos" de la casa, el cross del domingo y la romería en Los Realejos. En lo que respecta a mí, el sábado por la tarde jugué un partidillo de fútbol para quitarme la presión de cara al cross del día siguiente y parece que el truquillo funcionó.

El domingo sonó el despertador a las 7:30 y todos arriba, preparar los desayunos, equipar a los peques, dorsales, etc... Con puntualidad inglesa estabamos a las 9:00 en el Colegio Salesianos para llevar a los niños cada uno a su lugar de salida, Mari se quedó con la pequeña y yo me fui con los otros dos que este año corrían en categorías diferentes, 800 y 1.000 mts.

Cuando los tuve ubicados, me acerqué a ver a la pequeña. Era la categoría más pequeña y podías ver algunos chiquitines que están empezando a dar sus primeros pasos, otros en brazos de sus padres. Es una cosa muy bonita que tiene este cross.

Luego me acerqué a ver la salida de mi sobrino. Aquí vi cosas, que la verdad, no me gustaron nada. Hay padres que se olvidan de que los niños tienen que disfrutar con estas cosas, empujones, tienes que hacer esto, métele los codos, etc... son algunas de las frases que escuché. Pero sobre todo me impresionó ver a una madre que tiraba de su hijo, lo ponía en primera fila de salida, si algún niño se le adelantaba ella lo quitaba, le ordenaba a su hijo que abriera los brazos para que no lo sobrepasaran, todavía hoy lo estoy escribiendo y se me mete un nudo en el estómago. Como no podía ser de otra forma, el niño terminó llorando fruto del estress generado por los demás niños y su propia madre.

Mi sobrino salió como un tiro entre la marabunta y sus padres lo estaban esperando en la meta. Yo me fui para ver pasar a mi hijo a la subida más dura del recorrido, empezaron a pasar críos y el mío que no aparecía, cuando ya me empezaba a preocupar lo vi aparecer resoplando. No veas qué risa cuando me vio, lo animé, -¡venga, que ya te queda poco!- y va el tío y hace lo que menos me esperaba, se sienta en el suelo a recuperarse, ja, ja. Casi me parto, mira para atrás y me dice: -voy bien, por lo menos no soy el último-, se levanta, sube caminando el tramo que le faltaba y abre a correr de nuevo.

Me acerco de nuevo a meta para encontrarme con la familia y allí estaban todos comentando las jugadas, quedaba todavía casi una hora para mi salida así que me voy a tomar un cortado, esto es ya casi un ritual. Me despido de la familia, me verán pasar desde la casa de mi suegro que está en un punto intermedio del recorrido. Me voy al parking para cambiarme, aquí está Santi (http://corredoresdelteide.blogspot.com/) y también puedo, por fin, saludar a José Luis (http://everest722.blogspot.com/), que ya era hora. Comentamos un poco los cambios en la carrera y empezamos a calentar. Yo lo hice con la botella de agua en la mano, que el sol estaba empezando a cascar fuerte y la salida era a las 12:00. Por cierto, en la salida me saludó también Javi, que me cogió un poco en fuera de juego, un abrazo desde aquí, espero que te haya salido bien la carrera ya que luego no te volví a ver.

Unas palmas, espera por los jueces de la federación que no aparecen y después de unos momentos se da el pistolazo de salida sin ellos. Como siempre los primeros momentos un poco apretados y haciendo eses entre los demás corredores, salí bastante cómodo hasta llegar a la primera variante del recorrido, una avenida que había que recorrer de ida y vuelta, me gustó mucho este cambio. Aquí me junté con un grupito que llevaba un ritmo un poco más fuerte que yo pero en el que tampoco iba forzado, fue un acierto, adelantando corredores hasta el punto en que girábamos y hacíamos el recorrido de vuelta, aquí ya había llegado a la altura de Santi y en vaya momento, justo cuando pasabamos nosotros dan la salida a los corredores más veteranos, juveniles y chicas. Por unos momentos me quedé casi parado, luego hubo que empezar de nuevo a hacer eses o salirnos un poco a la calle en la que venían otros corredores de frente.

Tenía pensado, al llegar a este punto, decidir si apretaba o mantenía, como iba cómodo decidí apretar un poco. Como iba adelantando a la gente que había salido en el recorrido más corto aproveché para fijarme pequeños objetivos, coger aquél que está a veinte metros, luego aquella que está más allá y sin querer iba subiendo el ritmo. Así hasta llegar al cuestón, aquí me desconecté y me olvidé de cualquier cosa que no fuera meter el plato pequeño y subir tranquilo.

A estas alturas iba sorprendido de ir tan bien de fuerzas, ya sólo quedaban unos quinientos metros, una pequeña rampa que subí a tope y el callejeo final hasta meta, cambiando de ritmo y dejando el resto. Tiempo final, 40 min. 20 seg. tiempo mayor que el año pasado pero es que creo que este año el recorrido fue algo más largo con las variaciones.

En resumen, estupendo fin de semana y ahora a buscar algún otro objetivo, aunque creo que la temporada ya está tocando a su fin, ya veremos.