Y seguimos con una semana loca que ayer no me permitió entrenar. Al estar Mari en un curso me tocaron a mí todas las idas y venidas con los niños, gracias a los abuelos que siempre están ahí para echar una mano, qué haríamos sin ellos.
Encima se nos averió el segundo coche por lo que por la tarde tocó “fisio de hierros”, pero como dije en el post anterior hay que improvisar sobre la marcha, así que aprovechando que el taller está al lado del centro comercial aproveché para mirar unas preciosas zapatillas Salomón que estaban en rebajas y que me decían, -Emilio, ven, que estamos aburridas aquí en el escaparate, danos un paseíto-, y claro, uno que es como es no se puede resistir y menos cuando te lo piden de esa forma. Total 50 € que creo muy bien invertidos; el dependiente me dijo que desde que probó Salomon ya no usa otra marca y que sobre todo lo iba a notar en el agarre.
Al salir del centro comercial había una unidad móvil para donación de sangre, aquí en carnavales suben las transfusiones por culpa de los accidentes de tráfico. Bueno, pues cuarenta y cinco minutos de reloj estuve esperando en la puerta a que me atendiera la doctora, cuando ya estaba pensado en dejarlo para otro día me pidieron que pasara. Total, que me vuelve a realizar el test que ya había rellenado por escrito pero esta vez de forma oral, será que tengo cara de tonto, me toman la tensión y las pulsaciones (que en ese momento eran de 45/min.). Y aquí STOP, no puedo donar con las pulsaciones tan bajas, me dice que ella no permite donar con menos de 50/min. No seas jodío, la próxima vez antes de entrar daré unos saltitos para que se quede contenta.
Es la primera vez que me sucede esto, nunca me había impedido donar porque mis pulsaciones fueran bajas, ¿hay nuevas normas para la donación? ¿no podré volver a donar? La verdad es que la próxima vez me lo pensaré porque perder casi una hora de tu tiempo para una causa como ésta y que luego se te quede la cara de tonto…
De todas formas voy a poner una reclamación en su página web.
Encima se nos averió el segundo coche por lo que por la tarde tocó “fisio de hierros”, pero como dije en el post anterior hay que improvisar sobre la marcha, así que aprovechando que el taller está al lado del centro comercial aproveché para mirar unas preciosas zapatillas Salomón que estaban en rebajas y que me decían, -Emilio, ven, que estamos aburridas aquí en el escaparate, danos un paseíto-, y claro, uno que es como es no se puede resistir y menos cuando te lo piden de esa forma. Total 50 € que creo muy bien invertidos; el dependiente me dijo que desde que probó Salomon ya no usa otra marca y que sobre todo lo iba a notar en el agarre.
Al salir del centro comercial había una unidad móvil para donación de sangre, aquí en carnavales suben las transfusiones por culpa de los accidentes de tráfico. Bueno, pues cuarenta y cinco minutos de reloj estuve esperando en la puerta a que me atendiera la doctora, cuando ya estaba pensado en dejarlo para otro día me pidieron que pasara. Total, que me vuelve a realizar el test que ya había rellenado por escrito pero esta vez de forma oral, será que tengo cara de tonto, me toman la tensión y las pulsaciones (que en ese momento eran de 45/min.). Y aquí STOP, no puedo donar con las pulsaciones tan bajas, me dice que ella no permite donar con menos de 50/min. No seas jodío, la próxima vez antes de entrar daré unos saltitos para que se quede contenta.
Es la primera vez que me sucede esto, nunca me había impedido donar porque mis pulsaciones fueran bajas, ¿hay nuevas normas para la donación? ¿no podré volver a donar? La verdad es que la próxima vez me lo pensaré porque perder casi una hora de tu tiempo para una causa como ésta y que luego se te quede la cara de tonto…
De todas formas voy a poner una reclamación en su página web.
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