Malas sensaciones, antes, durante y después (Los Aceviños, La Gomera 10.07.2010)

En esta ocasión estas malas sensaciones me han perseguido, antes, durante y después de la carrera. Hace unas semanas oí hablar de la celebración de la 1º carrera de montaña en La Gomera. Una buena iniciativa, que parte con una carrera familiar para intentar consolidar este tipo de pruebas en la isla colombina. Les felicito por tal iniciativa y les ánimo a seguir avanzando en el asunto y quién sabe si quizás algún año podamos disfrutar de una carrera por montaña larga. Sería un gran regalo para la vista.

Ahora doy paso a unas líneas dedicadas a mi carrera particular, no me voy a extender mucho. Viajo en barco el mismo día de la carrera a la isla, con la intensión de matar dos pájaros de un tiro, participar en la carrera y hacer una visita “esprín” a parte de mi familia que allí vive.

Comenzó mal el viaje, voy en un pequeño barco y la mar está muy mal, todo se mueve como en una montaña rusa. Sin nada que pudiera hacer para evitarlo, tuve que ir dos veces al baño a devolver lo poco que tenía en el estómago, previa destreza para alcanzar el baño sin caer. Después de esto, casi 1 hora de guagua para llegar al punto de partida. Afortunadamente el chofer no fue rápido, con lo cual aguante como pude el trayecto. Nada más llegar, y con todo mi cuerpo revuelto, se da la salida a las 12 del mediodía, con mucho calor y algo de calima. En las bajadas me dejo llevar, pero en las subidas no hay nada que hacer. Las piernas están flojas y el estómago algo revuelto, con este panorama me tuve que conformar y a verlas venir, a terminar la carrera y guardar fuerzas para la próxima. E incluso camine en una subida suave y en otra estuve a punto de volver a caer en la tentación, pero el orgullo no me dejo. 

Como curiosidad os cuento que me mosquee con un corredor, ya me habían pasado dos hace tiempo y ahora tenía otros dos detrás. Uno de ellos, en dos ocasiones me adelanta y se pone delante y entorpece mi pobre ritmo. En la segunda fue cuando me mosquee y aunque me costo, cambie el ritmo y tome unos metros de ventaja, y así hasta llegar a meta. También os comento que ha sido una carrera muy familiar, donde nos han tratado muy bien, transporte desde el puerto, comida y cervecita al terminar y un gran trato amable.

Nos reunimos entorno a 25 corredores, donde Alexis Clemente ganó en hombres y Amada Sánchez en féminas, yo 5º en la general. Al llegar me senté en el suelo y a esperar a que el estómago se pusiera bien para poder beber y comer algo.

Comentar que fue una carrera de montaña, entorno a 12-13km, por pista y algunos tramos de asfalto, sin desniveles frutales. Con salida y meta en el mismo punto, un bonito caserío llamado Los Aceviños, coincidiendo con la fiestas locales de la zona. Carrera muy dura por las condiciones ambientales, temperatura muy alta y calima.

Para finalizar, y remarcar de nuevo, animar para que este haya sido el punto de partida para las siguientes carreras de y por montaña, y quizás alguna larga. Para que cada isla tenga su propia carrera de referencia.

David Lutzardo