El viernes tocó exprimirse en la pista de atletismo, una horita dando vueltas y haciendo cambios de ritmo. El sábado partido de fútbol o lo que es lo mismo, más cambios de ritmo, jeje. El domingo como suele ser habitual salida matinal al monte; despertador a las 5:00 a.m., que por supuesto apago para volver a dormir otra media horita y esta vez sí, a la segunda va la vencida y consigo levantarme de la cama, unas almendras, unos dátiles y a la calle.
Decido salir en dirección a La Fortaleza, pero primero bajo a Tigaiga para subir por el Camino Real, luego bajar por la carretera hasta Madre Juana y subir a La Corona. El camino a partir de aquí está muy resbaladizo y llegando al Pino LLorón me encuentro con un habitual de la zona que me invita a seguirlo. Sobre la marcha, cambio de planes y me voy con él que la compañía se agradece mucho. En Chanajiga nos separamos, estoy arrastrado, mucho cansancio acumulado, dudo en si subir a la Piedra de Los Pastores por las galerías o empezar a bajar. Me quedo con la segunda opción para parar por el camino y comprar una rueda de churros que luego desaparecería con la familia. Esto sí que sabe...
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