1º Día Extremo Garachico

LLevaba dos días intentando publicar pero parece que Blogger no se quería dejar.

Bueno, al final salió todo mejor de lo que esperaba. A pesar de los nervios y las dudas de no saber a qué me iba a infrentar realmente salió todo muy bien. Gracias al buen hacer de la organización, Basilio Bravo y todos los voluntarios, fue todo un éxito tanto de participación como de organización y de público.

Todo empezó en la Plaza del Ayuntamiento un poco después de las once. Basilio nos dió las últimas instrucciones y todo el mundo a buscarse la vida para encontrar un bolígrafo y 2€ que luego nos harían falta en el resto de las pruebas. La salida se daría después de que todos los participantes jugáramos al juego de la silla en el que el ganador bonificaría cinco minutos. Ya desde este momento se pudo ver la competitividad de algunos de los participantes, por supuesto, yo fui eliminado de los primeros.

Los eliminados íbamos recogiendo los mapas para esperar hasta la salida y poder abrirlos. Se trataba de dos fotografías aéreas del municipio con 18 balizas distribuidas aleatoriamente; el trayecto entre unas y otras era libre y disponíamos de tres horas para llegar dentro del control.

Yo opté por ir primero a las que se encontraban más cerca, en el campo de fútbol y un convento, desde aquí me fui a la baliza más oriental, situada en El Guincho, para los que lo conozcáis por encima del Túnel de los Agujeros donde habían situado también la prueba de rapel. No veas qué nervios, yo mirando para abajo y el chico que me decía -afloja la mano de la cuerda-, y yo, -y una mierda que me voy pabajo!- je, je, después ya le cogí el truquillo y pude disfrutar un poco.

Desde aquí tuve que deshacer de nuevo el camino andado y una vez en el casco de Garachico opté por subir a las balizas situadas en el sendero que sube a San José de los LLanos. El calor ya era intenso y perdí mucho tiempo en estas balizas; en la primera había que localizar unas edificaciones derruidas que confundí con otras y en la segunda no me di cuenta que había que entrar en una cueva usando la luz frontal.

Ahora había que bajar de nuevo al casco y después de pasar por un estanque, donde casi me meto dentro, anotar el código numérico y dirigirme a las pruebas de agua. Aquí nos esperaba el salto de decisión al mar, eran entre 6 y 8 metros y la verdad que impresionaba un poco, tardé un poco en decidirme pero cuando me dijeron que penalizaría media hora salté sin pensárlo mucho.

Una vez en el agua había que memorizar dos códigos en dos boyas diferentes, una de ellas submarina; mientras nadaba a la primera me dio un tirón en la espalda, creo que fruto de los nervios del salto o de lo fría que estaba el agua.

Al salir del agua me quedaba poco más de una hora para llegar a las 7 balizas que me quedaban y que estaban a tomar por culo en el segundo mapa que nos entregaron, eran las del oeste. Las fuerzas iban ya muy justitas así que salí al trote hacia el Monumento al Emigrante que está en la carretera general en el mirador sobre el muelle. Luego otras dos balizas que estaban muy cerca la una de la otra y después de una fuerte subida llegué al tiro con carabina, metí tres disparos de cuatro en la diana. Luego otra baliza en la finca la Quinta y muy cerquita también estaba el tiro con arco. Las dos flechas dentro y mirando el reloj porque no estaba seguro de llegar a tiempo. Luego puse dirección a la línea de llegada recogiendo la última baliza por el camino, un código numérico, para pasar la prueba secreta, había que llevar a meta un anzuelo y un polo de hielo.

LLegué con diez minutos de sobra y no veas lo bien que me sentó el polo. Luego, hablando con los compañeros, comentamos las diferentes tácticas y errores que cometimos.

Personalmente, tengo que mejorar algunos puntos:

• Organización con los mapas en la funda; me hacía un lío y me tenía que estar parando constantemente a organizar todo el material.




• Iba demasiado cargado; llevaba una mochila y con la riñonera hubiera sido suficiente.




• Elección de rutas; la verdad que lo llevaba bastante bien, pero a veces, al ver a otros con más experiencia, los seguía y luego tenía que volver atrás.




• Competitividad, iba de cháchara cuando la gente iba muy concentrada, pero bueno, esta vez sólo quería terminar.

De todas formas estoy muy contento, era mi primera vez, cogí todas las balizas, entré en el tiempo, sin penalizaciones e incluso bonifiqué catorce minutos. Ya habrá tiempo de exigirse más.

También os pongo una foto del incendio que está asolando el Norte de Tenerife, es una zona donde suelo entrenar los fines de semana y me tiene con un nudo en el estómago. Ante estas cosas creo que todos nos sentimos igual: PENA, DOLOR, RABIA, IMPOTENCIA...