Tras ver la llegada de los del 80K y afilarme algo los dientes, llegaría el amigo Isidro, con sus 80 y sus 364 escalones ( pa’ rriba y pa’ bajo ), algo de comida ligera, él no pudo aprovechar como yo, le había tocado algo de lluvia y el peso de las horas sólo le pedían... hotel, ducha, hotel, ducha y así fue, le traje su bolsa de
llegada y metro hacia el hotel, la tan ansiada ducha; yo aprovecharía una vez más para darme una de agua fría, mejor dicho congelada... y las piernas no vean como me lo agradecieron. Al día siguiente tocaba madrugar nuevamente, cambio de hora incluido y ruta turística por París... a las 5 de la tarde del domingo 27, ya noéramos personas, el cansancio acumulado del viaje, carrera y ruta express turística desde el Arco del Triunfo de Napoleón Bonaparte quien mandara a construirlo después de su victoria en la Batalla de Austerlitz en 1805 con el propósito de decirles a sus hombres “Volveréis a casa bajo arcos triunfales”, seguimos en
dirección por los Campos Elíseos del famoso Tour de France, en la búsqueda del Obelisco erigido en la Plaza de la Concordia, para acabar nuestra ruta en la bella catedral de Notre Dame situada en la pequeña isla de la Cité bañada por el Río Sena, había hecho mella en nosotros y sólo deseábamos tumbarnos en la cama del hotel... y así fue... descanso merecido y a preparar la mochila para la vuelta a la Isla Picuda...
Notre Dame
Pues nada, este ha sido el relato de una nueva aventura por tierras galas...
Ahora toca cumplir con las obligaciones y preparar en la recámara el siguiente objetivo que se muestra apetitoso... Como no, agradecer a Isidro su control en todo... idioma incluido... no sólo le van los números... las letras también las domina,
joder que si las domina... y como dice uno por ahí...
SEGUIMOS CORRIENDO...
Basilio Bravo
Finisher Eco Trail París 50K
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